martes, 20 de diciembre de 2011

El último concierto de The Beatles


En muchos aspectos el Album blanco determinó y condicionó los siguientes pasos que dieron The Beatles en su carrera. Por un lado les había dejado creativamente secos (habían usado prácticamente todas las canciones que tenían) así que, a la hora de ponerse a trabajar en un nuevo disco, les tocó empezar prácticamente de cero. Además las interminables sesiones de grabación a lo largo de meses había hecho que trabajara cada uno sus partes al margen del resto de los miembros del grupo por lo que la unidad y buen rollo de la banda estaba empezando a hacer aguas.

Para su siguiente proyecto artístico decidieron buscar un punto de encuentro a las distintas propuestas que cada uno de ellos puso encima de la mesa. Lo primero que querían era recuperar la espontaneidad de la primera época y se planteo la posibilidad de preparar los temas nuevos en Abbey Road y luego grabarlos en una actuación en directo celebrada en un lugar especial (la primera idea fue en un barco por el Támesis aunque también se barajó un teatro griego, ante las pirámides de Egipto o en un hospital rodeados de niños enfermos). Harrison se opuso frontalmente por lo que al final decidieron encerrarse en los estudios cinematográficos de Twickenham durante varias semanas y registrar tanto en audio como en video todo lo que allí sucediese. Desde el nacimiento de una canción, a su grabación final pasando por el desarrollo, los ensayos, los arreglos...

La grabación de Get back (nombre previsto para el documental que iba a salir de esas sesiones) se inicio el 2 de enero de 1969 con la interpretación de Don't let me down y durante las dos siguientes semanas intentaron sacar adelante el proyecto que tenían en mente. El problema estaba en que ya no eran una unidad y la situación ayudaba poco a mantener la dinámica del grupo. Estaban acostumbrados a trabajar en largas jornadas que se prolongaban hasta la madrugada en los estudios de EMI en Abbey Road, por lo que esta grabación en sesiones de ocho horas, parte por la mañana y la otra por la tarde provocado por el convenio de los cámaras, no favoreció a que el grupo se encontrase a gusto. Además el estudio era frío y poco acogedor, y si bien mientras se les ve tocando todo parece ir de maravilla, cuando se ponen a hablar o a planificar como interpretaran una canción, empezaban a saltar chispas y cualquier tontería acababa en una gran discusión.

Lo cierto es que sólo McCartney parecía interesado en lograr un producto de calidad ante el pasotismo de sus compañeros y en especial de Lennon (siempre acompañado de su sombra). El 10 de enero tras una discusión con Paul, George anunció al resto que abandona el grupo ante lo que un John apático y un poco colocado reaccionó proponiendo traer a Hendrix o Clapton para sustituirlo. Al final la situación se recompuso y continuaron adelante, pero desde ese momento todos fueron conscientes que se habían abierto heridas entre ellos que serian difícil que cicatrizasen, al menos a corto plazo. En total fueron diez jornadas de trabajo en Twickenham y llegó un punto en el que se dieron cuenta que así no podían continuar. La ruptura del grupo estaba siendo captada por las cámaras y la situación empezaba a ser desagradable para todos. El 15 al poco rato de empezar a trabajar y por iniciativa de George, decidieron dejarlo y trasladar la grabación a los estudios de la sede de Apple en el 3 de Savile Row.

Dadas las circunstancias Harrison, que sabia que estaba en Londres como músico de Ray Charles, invitó al poco de retomar las sesiones al pianista Billy Preston (amigo del cuarteto desde 1962 cuando coincidieron en Hamburgo mientras teloneaban a Little Richard y este formaba parte de la banda del rockero americano) que lograría apaciguar las tensiones y que el barco llegara a buen puerto (aunque dio origen a una bronca entre John y Paul sobre la idoneidad o no de incorporarle a la banda como quinto beatle). El pianista tiene el honor de ser el único artista ajeno al grupo (junto a Tony Sheridan en su primerísima época) que reconocen en los créditos en uno de sus discos, concretamente en el single Get back que apareció como The Beatles con Billy Preston.

A la hora de comer del 30 de enero de 1969 John, Paul, George, Ringo y Billy se subieron a la azotea del edificio de Apple para dar el concierto que llevaban semanas ensayando, el primero desde su gira de 1966 por Estados Unidos y a la postre el último de su carrera... En las imágenes que se conservan se puede ver a los músicos bastante abrigados sobre la azotea y rodeados de cámaras, técnicos y personal de Apple que no quería perderse el final de la película. A lo largo de unos 42 minutos este es el repertorio que interpretaron:

1 - Get back (toma - 1)
2 - Get back (toma - 2)
3 - Don't let me down (toma - 1)
4 - I've got a feeling (toma 1)
5 - One after 909
6 - Dig a pony
7 - I've got a feeling (toma - 2)
8 - Don't let me down (toma - 2)
9 - Get back (toma - 3)

Según iban sonando los temas se ve como la gente empieza a asomarse a las ventanas de sus casas, a subir a los tejados aledaños o arremolinarse en la calle bajo el edificio, mirando hacia arriba y preguntándose que pasaba. Las cámaras colocadas estratégicamente en el entorno captan como empieza a aparecer la policía, como entran en la sede de la discográfica y como amablemente piden que se detenga el concierto. Posteriormente el grupo declaró que el cierre ideal de la película habría sido que los detuvieran pero por entonces ya eran demasiado conocidos para que se tomara una medida tan desproporcionada.

La última sesión fue al día siguiente aunque hasta más de un año después, con el grupo ya separado, estas canciones no vieron la luz. Sólo Get back (con Don't let me down de cara B) lo hizo como single en abril de ese año, obligando a cambiar el titulo previsto para el disco por el de Let it be. Antes del fin tuvieron tiempo de grabar una última obra maestra con George Martin (Abbey Road) y de entregar todas las cintas a Phil Spector para que acabase de estropear todo lo grabado en enero de 1969.

En 2003 y bajo el título de Let it be... naked apareció finalmente el disco tal y como había sido concebido inicialmente por la banda con la producción de Martin. En realidad daba un poco igual ya que todos los interesados lo habían oído y disfrutado en alguno de los bootlegs que circulan de esas sesiones y en el que su último concierto ocupa un lugar primordial. Al fin y al cabo fue la última ocasión que tuvo el mundo de ver actuando juntos al grupo más influyente de la historia de la música. Ahí es nada…


Texto publicado en la revista Culturamas