viernes, 4 de diciembre de 2009

El veneno de la risa

Por primera vez desde que empecé con esta sección sobre discos que sufrieron algún tipo de censura en España voy a hablar de uno hecho aquí. Se trata además del álbum que casi unánimemente está considerado por la crítica como el mejor y más influyente de los grabados en territorio patrio y no es otro que “Veneno” de Veneno.

A principios de los 70 Kiko Veneno se encontraba viajando por Estados Unidos donde, además de empaparse de la música americana y asistir a conciertos de gente como Franz Zappa o Bob Dylan, descubrió en Los Angeles gracias a un yankie el flamenco. A su vuelta en 1975 a Sevilla (había nacido en Figueras pero se crió entra Cádiz y la capital andaluza) conoció a los hermanos Rafael y Raimundo Amador formando con ellos el grupo Veneno con el que empezaron a trabajar en los en sonidos de los discos de blues y rock que Kiko había traído de su viaje pasándolos por los que los Amador habían mamado desde su niñez.

Pero aún le faltaba una pata a este banco, y esta apareció bajo el nombre de Ricardo Pachón que entendió perfectamente lo que el grupo quería y se decidió que se encargase de la producción (a la que no se había dedicado nunca). Esto que aparentemente es algo menor, normalmente suele ser una de las claves que llevan a un disco a la gloria o al fracaso. Por suerte para los Veneno Pachón no sólo conectó con lo que estaban haciendo si no que además supo llevarlo a cabo cosa que no suele ser habitual (la realidad es que los productores suelen intentar que los artistas se ajusten a su sonido en lugar de amoldarse ellos a las necesidades de su producido).

La grabación se hizo en Madrid tocando todos en directo, y lo más destacable es el trabajo en los arreglos de guitarra de Raimundo y Rafael con los que consiguen, partiendo del flamenco, llegar al blues, el funk e incluso el rock progresivo. El disco es impecable técnicamente (aunque el bajo apenas se escucha) y después de más de 30 años mantiene la misma frescura de “algo nuevo” sonando como si hubiese sido grabado ayer mismo. La intensidad de las sesiones y lo desastrosos conciertos con los que lo presentaron (desde el primero en Sevilla nada funcionó ya que llegaban tarde, Kiko se quedó sin voz en alguno de ellos, las guitarras solían estar desafinadas y para colmo en los últimos tocaron sin batería) acabaron llevando a la disolución de la banda aunque no a la colaboración entre ellos ya que esta se ha prolongado con mayor o menor intensidad a lo largo de todos estos años (los hermanos Amador fundaron Pata Negra y Kiko inicio una carrera en solitario).

El problema vino, como casi siempre suele ocurrir, en que la portada se alejaba bastante de lo políticamente correcto, y con la primera edición en la calle en el “Depósito Legal” les recomendaron que la cambiasen ya que se podía interpretar que estaban haciendo apología del consumo de hachís (aparecía una piedra con el nombre del grupo impreso sobre un papel de plata). La solución fue acercar la imagen para que simplemente se viese el nombre sobre un fondo marrón que, aunque todo el mundo sabía lo que era, no se veía.

El disco de entrada no funcionó, aunque a raíz de su aparición en la “serie media” sus ventas empezaron a crecer (nunca de forma salvaje pero si con un goteo constante) para llegar ahora a unas cifras que superan con creces las 300000 copias despachadas. Recientemente “Veneno” ha sido reeditado en vinilo respetando su portada original por “Muster Records” a través del sello “Vinilíssimo” y lo único que puedo decir es que si alguien no lo tiene está perdiendo el tiempo si no se acerca a una tienda y lo compra inmediatamente.

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