lunes, 6 de julio de 2009

El comienzo de una hermosa amistad...

Cuando un día como hoy de 1957 (aunque se barajan otras fechas) Paul McCartney y John Lennon se conocieron en una fiesta parroquial, nadie podía imaginar que estaba empezando una de esas relaciones capaces de cambiar por si mismas el curso de la historia. Ese sábado hacia calor en Liverpool y junto a la iglesia St. Peter’s Wood (en el barrio Woolton) se había organizado una fiesta en la que, entre otros, actuaban los Quarrymen, un grupo de skiffle liderado por un tal John Winston Lennon y al que acompañaban (además de otros estudiantes que se incorporaban en función de la canción que interpretaban) Pete Shotton, Eric Griffits, Colin Hanton e Ivan Vaughan.

Este ultimo había invitado a que les fuera a ver a un chaval dos años menor que ellos con gran afición a la música que, además de tocar la guitarra, ya componía sus propios temas y que se llamaba Paul McCartney. Después de la actuación se acercó a saludar a su amigo, y fue entonces cuando por primera vez se cruzaron sus caminos (que durante los siguientes 13 años seria uno solo) en un encuentro que años más tarde Lennon recordaba así: “Me dijo que quería presentarme a alguien y yo le dije que no me fastidiara, pero Ivan insistió y, sin darme cuenta, me encontré frente a un niño bonito que sonrió, me tendió la mano y se puso a hablar de música. No le hice mucho caso hasta que agarró la guitarra”.

Y fue ahí donde realmente se produjo el encuentro ya que Paul sabia afinar la guitarra y era capaz de tocar tres notas distintas, mucho más de lo que John podía esperar de un crío dos años menor que el. El flechazo fue instantáneo, y más cuando en días posteriores le fue pasando las notas y las letras completas de varios temas de Gene Vincent. Poco a poco los encuentros fueron siendo mayores y en octubre de ese año el joven McCartney era invitado oficialmente a formar parte de la banda. La conexión entre ambos fue inmediata y en apenas un año escribieron más de 100 canciones juntos.

En los meses sucesivos se produjeron algunas bajas, y en una de esas Paul consiguió incorporar a un amigo suyo llamado George Harrison y que tocaba la guitarra muchísimo mejor que ellos dos juntos. Los tres empezaron a formar el núcleo duro de la banda, y poco a poco empezaron a presentarse solos en alguna ocasión hasta que finalmente se disolvieron y junto al batería Pete Best formaron The Silver Beatles. Lo cierto es que hasta ese momento lo que de ellos se puede contar es lo mismo que de cualquier otro grupo de chavales que se juntan para hacer canciones, con la diferencia de que con el tiempo ellos cambiaron el curso de la historia música (en todos los sentidos) y probablemente la del mundo también.


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