lunes, 20 de julio de 2009

Cazadores de niebla

Ayer escuché la bonita historia de los cazadores de niebla que, por deformación profesional, acabé derivando en mi cabeza al mundillo musical. Al parecer en la parte costera del desierto de Atacama (el más árido del mundo) en Chile utilizan un sistema de redes de fibra especial para recoger el agua de la niebla que sube desde el mar e inunda las zonas desérticas. Cuando esta se retira al amanecer, las gotas quedan atrapadas en las redes y, desde allí, a través de un sencillo sistema de canalización, acaban en unos depósitos que permiten que muchos pueblos puedan tener algo parecido al agua corriente.

Resulta increíble ver como algo que hace años se consideraba imposible ahora sea una realidad gracias a la capacidad de los seres humanos para adaptarse al medio y sacar de lo que nos rodea el mayor partido posible. Puede resultar exagerado esto que voy a decir, pero cada vez creo con más firmeza que es necesaria una debacle absoluta del negocio musical para que del desastre surja una nueva forma de gestionarlo. Es evidente que los pequeños sellos que ya sobreviven a base de imaginación y riesgo, y los artistas que se han ido adaptando (algunos mejor que otros) a los nuevos tiempos, lo tendrán más fácil y saldrán reforzados, pero el camino que aún queda por recorrer es mucho y muchos acabaran quedándose en la cuneta.

Desde hace tiempo existen discográficas que se dedican a reeditar vinilos más o menos clásicos en pequeñas tiradas que, aunque un poco caras, acaban agotándose con cierta celeridad. Está claro que el volumen de dinero que se ha estado moviendo en la música en los últimos años era absolutamente ficticia, y que los compradores reales de discos son muchísimos menos que los que a través de devaluar la calidad del producto y las machaconas campañas de publicidad se habían llegado a conseguir. Sustituir la filosofía de cuidar al cliente fiel por la de tratar de conseguir al cliente potencial, sólo ha conseguido que globalmente se haya pasado de valorar algo físico como es un disco y su contenido, a consumirlo, para lo que con un ordenador y tu ipod te baste para tener al alcance de la mano toda la música del mundo completamente gratis.

Y claro, si durante años has estado quitando valor a tu producto y primando los intereses de la nueva masa consumidora, es difícil que ahora que vienen las vacas flacas estos arrimen el hombro para sacar adelante el negocio. Es verdad que siempre ha existido música comercial para consumo mayoritario, pero al menos hace unas décadas se buscaba que tuviese un mínimo de calidad aceptable para que los compradores habituales no huyesen en estampida con solo escuchar el nombre del artista. Tal vez en el mundo editorial existe un espejo en el que mirarse ya que ha conseguido (a pesar de que se lee muchísimo menos que se escucha música) incrementar sus ventas y que las librerías aumenten al mismo ritmo que desaparecen las tiendas de discos.

¿Por qué la gente aprecia ese objeto que se llama libro y por el contrario desprecia el vinilo o el CD?, ¿Por qué existe la imagen de que el escritor es un tío que se lo curra y por el contrario al músico se le ve como un personaje que la mayor parte del tiempo se dedica a rascarse los huevos?, ¿Por qué a ojos del comprador gastarse 20 euros por el último trabajo de Bruce o Manolo García le parece un dispendio y no tiene problemas en gastarse más cuando la novedad es de Stieg Larsson o Ruiz Zafón?...

Urge que, al igual que ocurre en los desiertos de Chile, en el erial que se ha convertido el negocio musical los cazadores de niebla empiecen a idear la manera de cómo lograr sacar agua de la nada... Y hasta que ese día llegue sólo nos queda esperar y que cada cual a su manera se busque la vida de la mejor forma posible. Las respuestas están en el aire, y que las encuentre será para los que amamos la música adorado de igual manera que los que consiguen en Atacama hacer de lo imposible una realidad.


PD – Se anuncia que “Muster Records” ha creado el sello “Vinilíssimo” con el que va a reeditar discos clásicos en este formato. Los primeros lanzamientos de música española serán de Las Grecas, Veneno (su primer disco con la portada original censurada en su momento), Los Brincos, Los Bravos, Leño o Kaka de Luxe... Un aplauso para mis particulares cazadores de niebla...

3 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Bonito blog.
Saludos

Deprisa dijo...

Blog muy intersante sobre el panorama musical y saliendo de las comercialidades.

Anónimo dijo...

joder pues vaya mierda de vinilos que van a reeditar los de munster records. Pueden coger los discos de las grecas, los chunguitos y demás calorros y metérselos por el horto. Más que cazar niebla, lo que van a cazar es una manta de ostias cuando les digan a los gitanacos que no han vendido un puto disco.