
Por suerte esta pequeña pesadilla ha pasado, y por lo que el mismo dice tiene escrito bastante material. En sus últimos conciertos destacan los desarrollos instrumentales sobre todo en temas como "Océano de sol", "La última montaña" y los pertenecientes a "3000 noches con Marga", y parece ser que esta aproximación al rock sinfónico y progresivo(en esa misma entrevista confiesa que estuvo "muy pillado con Yes") se vera reflejada en el disco que, de seguir con su ritmo habitual, estará listo el año que viene.
Si con cada nueva colección de canciones su guitarra cobra más importancia y el interés por experimentar cada vez es mayor, tal vez no sea exagerado aventurar que estaremos ante su trabajo más rompedor. Quizá decepcione a los que esperan unas canciones pop de tres minutos con letra evocadora y melodía pegadiza, pero los que lo seguimos con mística devoción desde hace casi treinta años sentiremos que, esa evolución constante lo que hace es mostrárnoslo cada vez más vivo. Y eso nos bastará para ir tirando los próximos cuatro años...
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