Haciendo memoria sólo recuerdo con nitidez el programa de “La edad de oro” en el que Dinarama + Alaska presentaron “Deseo carnal”. Por entonces tenia 13 años, y lo que más me impacto no fueron los pelos de Olvido (a esas alturas ya era la imagen de “la movida”) si no conciencia del gran talento de Carlos Berlanga mientras escuchaba por primera vez “Falsas costumbres”. A la extrema timidez de Carlos le vino bien que Alaska se subiera a su carro cuando se disolvieron Los Pegamoides (él los había dejado unos meses atrás) pudiendo pasar así a un segundo plano en los directos, pero eso no impidió que esa imagen de niño bueno y normal entre tanto tío raro se me quedara grabada en la memoria para siempre. Siempre he creído que junto a Antonio Vega y alguna cosilla de Auseron y Urquijo es el mayor talento de su generación y que, si al final Alaska no hubiese entrado en la banda, ahora estaríamos hablando de uno de los grandes mitos de nuestra música (que para mi lo es, aunque creo que es un sentimiento minoritario).
Pero hoy toca hablar de Paloma Chamorro y su “Edad de oro”... Tras pasar por varios espacios culturales de TVE a lo largo de los 70, con la llegada de los socialistas al poder recibió el encargo de Calviño (director por entonces del ente público) de preparar un programa en el que tuviera cabida todo lo que estaba ocurriendo en Madrid en esos momentos. Su debut se emitió por la segunda cadena (en esa época sólo había dos) el 17 de mayo de 1983 en una emisión especial de homenaje al recién fallecido (tres días antes) Eduardo Benavente. Para la ocasión Paloma logró reunir a todos los miembros de Kaka de Luxe que, después de interpretar varios temas juntos, dieron paso a las actuaciones de todos surgidos de la seminal banda (La Mode, Radio Futura y Los Pegamoides).
Ya he dicho que no son muchas las cosas que recuerdo de esos programas... Alguna actuación suelta, un concierto de Lou Reed y el de los Smiths al que asistí por casualidad, a Divine y poco más... En casa era mi padre el que decidía lo que se veía en la única televisión que teníamos por lo que la ocasión de reclamar mi cuota de pantalla llegaba cuado los martes (de eso si me acuerdo), en algún intermedio de lo que se estuviese viendo, podía cambiar un rato para ver que sucedía en “La edad de oro”. Durante años viví creyendo que la mala suerte había hecho que nunca coincidiese con alguno de mis grupos favoritos, pero cuando con el paso del tiempo fui consiguiendo en el mercado pirata grabaciones de algunos programas me di cuenta que gente como Nacha Pop, Los Secretos o Mamá directamente no existían para la señorita Chamorro.
Probablemente ese sea el único lunar que se le puede achacar al programa aunque su directora lo justificaba diciendo que esos grupos tenían otros medios para publicitarse (cuando Alaska solita vendía más discos que los otros tres juntos) y lo que ellos buscaban era sacar a la luz lo más vanguardista en cualquiera de sus representaciones artísticas. Por eso creo que “La edad de oro” vista en la distancia cojea en ese punto ya que si no estaríamos hablando del programa (que en cualquier caso puede que lo sea) clave para entender lo que fue la cultura de nuestro país en los primeros 80. En este tema creo que “La bola de cristal”, mucho menos ultra en su selección de grupos y por lo tanto mas abierto a la variedad de estilos, es el programa que casi todo el mundo de mi generación (se emitía los sábados por la mañana y eso era un punto a su favor) considera clave para su desarrollo musical y cultural.
A pesar de todo lo que nadie puede negar es que la primera vez que en este país alguien vio por televisión a Boy George, Morrisey, Lou Reed o Divine fue gracias a ella y que gracias a su programa los españolitos de la época empezaron a abrir los ojos a otro tipo de propuestas artísticas. En sus dos años de vida fueron muchas las polémicas que desató por lo trasgresor de algunos de sus contenidos provocando que algunos sectores le tuviesen muchas ganas a la Chamorro. Por eso a raíz del programa de 16 de octubre de 1984 en el que aparecieron un crucifijo con cabeza de cerdo, el simulacro de una misa católica y una pareja desnuda metida en un ataúd, la Conferencia Episcopal Española, Alianza Popular (el PP de la época) y Convergència i Unió llevaron sus quejas al Congreso delos Diputados.
Al final un abogado de Burgos presentó una querella contra TVE y la presentadora por profanación de los sentimientos religiosos y, aunque acabó llegando a el Tribunal Supremo, en 1991 determinó que el delito no existía. En cualquier caso este incidente dejo tocado de muerte al programa y el 2 de abril de 1985 apareció por última vez en nuestros televisores.
En estas rebajas he visto en grandes superficies los 4 DVD’s a un precio muy bajo (10 euros) y para quien no los tenga creo que es un documento imprescindible tanto para el que quiera empaparse de “movida” como para aquellos que sólo tengan curiosidad por saber que se cocía en el panorama cultural patrio en aquellos años. La única pega que tienen es que no aparece ninguno de los muchos grupos extranjeros que accedieron a cantar en directo en un plató de TVE en una época en la que en las pantallas ya reinaba el videoclip. Para los muy interesados circulan por internet los especiales que se emitieron hace unos años con motivo del 50 aniversario de la cadena pública que incluyen actuaciones de los artistas foráneos y más contenidos que luego no aparecieron editados.
Pero hoy toca hablar de Paloma Chamorro y su “Edad de oro”... Tras pasar por varios espacios culturales de TVE a lo largo de los 70, con la llegada de los socialistas al poder recibió el encargo de Calviño (director por entonces del ente público) de preparar un programa en el que tuviera cabida todo lo que estaba ocurriendo en Madrid en esos momentos. Su debut se emitió por la segunda cadena (en esa época sólo había dos) el 17 de mayo de 1983 en una emisión especial de homenaje al recién fallecido (tres días antes) Eduardo Benavente. Para la ocasión Paloma logró reunir a todos los miembros de Kaka de Luxe que, después de interpretar varios temas juntos, dieron paso a las actuaciones de todos surgidos de la seminal banda (La Mode, Radio Futura y Los Pegamoides).
Ya he dicho que no son muchas las cosas que recuerdo de esos programas... Alguna actuación suelta, un concierto de Lou Reed y el de los Smiths al que asistí por casualidad, a Divine y poco más... En casa era mi padre el que decidía lo que se veía en la única televisión que teníamos por lo que la ocasión de reclamar mi cuota de pantalla llegaba cuado los martes (de eso si me acuerdo), en algún intermedio de lo que se estuviese viendo, podía cambiar un rato para ver que sucedía en “La edad de oro”. Durante años viví creyendo que la mala suerte había hecho que nunca coincidiese con alguno de mis grupos favoritos, pero cuando con el paso del tiempo fui consiguiendo en el mercado pirata grabaciones de algunos programas me di cuenta que gente como Nacha Pop, Los Secretos o Mamá directamente no existían para la señorita Chamorro.
Probablemente ese sea el único lunar que se le puede achacar al programa aunque su directora lo justificaba diciendo que esos grupos tenían otros medios para publicitarse (cuando Alaska solita vendía más discos que los otros tres juntos) y lo que ellos buscaban era sacar a la luz lo más vanguardista en cualquiera de sus representaciones artísticas. Por eso creo que “La edad de oro” vista en la distancia cojea en ese punto ya que si no estaríamos hablando del programa (que en cualquier caso puede que lo sea) clave para entender lo que fue la cultura de nuestro país en los primeros 80. En este tema creo que “La bola de cristal”, mucho menos ultra en su selección de grupos y por lo tanto mas abierto a la variedad de estilos, es el programa que casi todo el mundo de mi generación (se emitía los sábados por la mañana y eso era un punto a su favor) considera clave para su desarrollo musical y cultural.
A pesar de todo lo que nadie puede negar es que la primera vez que en este país alguien vio por televisión a Boy George, Morrisey, Lou Reed o Divine fue gracias a ella y que gracias a su programa los españolitos de la época empezaron a abrir los ojos a otro tipo de propuestas artísticas. En sus dos años de vida fueron muchas las polémicas que desató por lo trasgresor de algunos de sus contenidos provocando que algunos sectores le tuviesen muchas ganas a la Chamorro. Por eso a raíz del programa de 16 de octubre de 1984 en el que aparecieron un crucifijo con cabeza de cerdo, el simulacro de una misa católica y una pareja desnuda metida en un ataúd, la Conferencia Episcopal Española, Alianza Popular (el PP de la época) y Convergència i Unió llevaron sus quejas al Congreso delos Diputados.
Al final un abogado de Burgos presentó una querella contra TVE y la presentadora por profanación de los sentimientos religiosos y, aunque acabó llegando a el Tribunal Supremo, en 1991 determinó que el delito no existía. En cualquier caso este incidente dejo tocado de muerte al programa y el 2 de abril de 1985 apareció por última vez en nuestros televisores.
En estas rebajas he visto en grandes superficies los 4 DVD’s a un precio muy bajo (10 euros) y para quien no los tenga creo que es un documento imprescindible tanto para el que quiera empaparse de “movida” como para aquellos que sólo tengan curiosidad por saber que se cocía en el panorama cultural patrio en aquellos años. La única pega que tienen es que no aparece ninguno de los muchos grupos extranjeros que accedieron a cantar en directo en un plató de TVE en una época en la que en las pantallas ya reinaba el videoclip. Para los muy interesados circulan por internet los especiales que se emitieron hace unos años con motivo del 50 aniversario de la cadena pública que incluyen actuaciones de los artistas foráneos y más contenidos que luego no aparecieron editados.
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