martes, 23 de junio de 2009

¿Donde has estado, Lichis?

Hace un mes aproximadamente colgó el Lichis en su blog un comunicado sorpresa en el que anunciaba para octubre la publicación del nuevo trabajo de La Cabra Mecánica. Si todo lo que has escuchado de ellos es “La lista de la compra” y “No me llames iluso”, si con todo crees que los conoces y los juzgas, si al ver su fotos has hecho un gesto despectivo y has visualizado un producto comercial carente de interés, te diré que ni los has escuchado, ni tienes ni idea de quienes son y además te equivocas en tu juicio ya que el Lichis es de esos personajes que no se casan con nadie y dicen lo que sienten, lo que le llevan a ser amado y odiado con igual virulencia.

Y que conste que yo también acabé saturado de La Cabra y desee que desapareciesen del mapa... Pero ahora, después de que hayan pasado 4 años del maravilloso (y poco valorado) “Hotel Lichis”, ya apetece volver a hincarle el diente a su obra pasada y escuchar sus nuevas canciones, por lo que la noticia, aunque en principio es ilusionante, yo todavía la daría un tiempo para que madurara. Y no es que dude de sus palabras, pero hace un par de años ya anuncio que había regrabado canciones antiguas para un recopilatorio décimo aniversario que al final se quedó en nada. En cualquier caso la forma de hacerlo con fechas y datos concretos (doble con mezcla de temas nuevos y los que regrabó en 1997) me hacen sospechar que esta vez la cosa va en serio.

Después de tanto tiempo, hablar de ellos me parece remontarme al pleistoceno, pero allá por 1997 les recuerdo remotamente sonando en algún programa de Radio3 en el que les ponían por las nubes. Luego apareció mi chica un día con “Cabrón” (su segundo disco) y definitivamente entré en su universo y me cazaron para siempre. Con el éxito de “Vestidos de domingo” parte de su público le abandonó (entre ellos mi chica) y el nuevo que consiguió (que no era al que estaban destinadas esas canciones), tras exprimirle a gusto, le dejó tirado al borde del camino... Aquello fue lo mejor que le pudo pasar, y estoy convencido que él mismo lo agradeció ya que nunca buscó ni la fama ni el éxito mayoritario y toda aquella situación creo que le superó y le saturó.

Tras haber vendido todo lo que quiso y más entre 2001 y 2003 (entre la salida del single “La lista de la compra”, la gira y el disco en directo que contenía “No me llames iluso”), decidió dejar Madrid e instalarse en Tarrasa donde artesanalmente fue grabando una preciosa colección de canciones que aparecieron 4 años después que su anterior trabajo en estudio. Recuerdo haber comprado el mismo día “Hotel Lichis” y “Ahora piden tu cabeza” del también desaparecido Ariel Rot (sacó la caja antológica y ha dado un montón de conciertos tanto en solitario como con los Tequila, pero de canciones nuevas hasta el año que viene parece que nada), y en ambos casos la sensación que tuve al escucharlos mientras iba en el coche hacia el pueblo fue la misma: no es sólo rock and roll pero me gusta.

En los últimos años ha sido poco lo que he sabido de él. Veia que daba conciertos de vez en cuando, que aparecía en algún disco de tributo, que muy de vez en cuando escribía algo en su blog, que la polémica no le abandona del todo... En el último año su actividad musical ha aumentado, y lo que cuenta gente que le ha visto en directo es que sigue manteniendo la energía e intensidad de antaño, por lo que parece que la máquina vuelve a estar engrasada y lo que se nos viene encima puede merecer bastante la pena. En los últimos tiempos su ritmo discográfico ha sido el de cualquier maldito/bendito que se precie (Antonio Vega, Carlos Berlanga, Manolo Tena, Enrique Urquijo...), por lo que habrá que aprovecharlo cuando llegue, que luego nunca se sabe...

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