viernes, 26 de junio de 2009

Elvis Jackson versus Michael Presley por el cetro mundial

Hace apenas unas horas que ha saltado a los medios la noticia del fallecimiento de Michael Jackson, y dado que en los próximos días nos vamos a hartar de escuchar todo tipo de loas hacia su obra y su persona, haré un ejercicio rápido de memoria y, dado que era conocido como el rey del pop, recordaré alguna similitud con el monarca del rock and roll. De entrada diré que ninguno de los dos me gusta demasiado (aunque si me tengo que quedar con uno lo hago con Elvis), pero hay que reconocer que, cada uno en su época, fueron los que marcaron la dirección que iba a tomar la música en las décadas siguientes. Cada uno reinó a su manera, pero resulta curioso ver como ambos acabaron adoptando algunos comportamientos similares y repitiendo los mismos errores cuando llegó la ocasión.

El ascenso de ambos fue meteórico, y en poco tiempo se convirtieron en iconos mundiales para la juventud. En el caso de Elvis en apenas unos meses, tras grabar para “Sun Records” sus 5 primeros singles, llego al numero uno con su primer trabajo para la RCA, y en el de Jackson desde niño ya que junto a sus hermanos logro 4 números uno consecutivos con sus primeros singles. Los 70 fueron complicados ya que, aunque siguió consiguiendo colar canciones en lo más alto de las listas, no acababa de explotar en ventas de álbumes, y así fue hasta que decidió usar los video clips para vender discos y lograr que su estrella despegara definitivamente.

Convirtieron tanto “Graceland” como “Neverland” en un santuario en el que dar rienda suelta a su egolatría y en el lugar de refugio en el que aislarse de un mundo que los idolatraba y odiaba a partes iguales. Ambos llegaron a ser tan grandes que perdieron la perspectiva de si mismos transformando el mito en una caricatura, algo en lo que colaboraron decisivamente sus adicciones que (a falta de la confirmación de las causas del fallecimiento de Jackson), si aceptamos las versiones oficiales, acabaron costándoles la vida. Además, una vez que su estrella había caído pero seguían manteniendo millones de seguidores que los idolatraban, se dedicaron a dar conciertos (uno en Las Vegas, el otro por Asia y Europa) en los que el precio de las entradas era tan prohibitivo que solo fans se animaban a pasar por caja... Y además, de haber vivido, Elvis habría sido durante una temporada el suegro de Jacko...

Pero como decía al principio, si hay algo que realmente comparten los reyes es que trazaron el camino por el que discurriría la música en su generación, aunque en cada caso las connotaciones sean muy distintas. Con Elvis la música se transformó en un vehículo a través del cual la juventud empezó a identificarse a si misma al margen de los gustos de sus padres, mientras que con Jackson se sentaron las bases que han llevado al rock a su situación actual. A partir de él la música se transforma en un producto que hay que vender al mayor número de personas posibles para lo que la industria utiliza todos los medios al alcance de su mano.

Así se ruedan costosísimos y espectaculares videos en los que lo importante es que la canción se ajuste bien a las imágenes y no a la inversa, se exprime el disco hasta la extenuación llegando a sacar 7 singles de un álbum de 9 temas (en España eso Mecano lo hacia muy bien), se incluyen vistosas coreografías que desvíen un poco más la atención y que puedan llegar a gustar a quien no le interese la música, se contratan a productores estrella que vistan el disco con lo que marcan las tendencias del momento y que garantice que guste a todo el mundo...

Y casi 30 años después de Thriller seguimos igual aunque con una pequeño matiz. Al menos Jackson hacia un producto de calidad que, al margen de que a mi no me guste, hay que reconocerle el mérito que tiene todo lo que ha conseguido, mientras que ahora aquello se ha convertido en un subproducto de serie B que no hay quien se lo trague... Puedo llegar a aceptar que Michael Jackson como artista ha sido el más grande, pero lo que esa grandeza nos ha dejado es el pozo en el que ahora se encuentra la música... Al menos la herencia de Elvis es eterna...


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