sábado, 20 de junio de 2009

La torrija financiera de Ana

Pues resulta que esta semana Ana Torroja, famosa por ser la vocalista de Mecano, ha tenido que visitar los juzgados de Palma de Mallorca en calidad de imputada por dos presuntos delitos contra la Hacienda Publica que le atribuye la fiscalía anticorrupción basándose en un informe de la Agencia Tributaria. Al parecer los inspectores de Hacienda han rastreado las cuentas de la cantante que gestionaba parte de su patrimonio a través de la empresa “Carlitos Way”, una sociedad cuyo objeto declarado era servicios de restaurantes. Hasta hace poco tuvo como asesor a Gabriel Feliu, uno de los socios principales del bufete que lleva su apellido y que es uno de los núcleos neurálgicos de la presunta trama de evasión fiscal, estafas inmobiliarias, blanqueo de capitales y otros delitos que fue desmantelada en 2007 y que se conoció como “Operación Relámpago”.

Se sabe que ante el juez se negó a declarar y que la estrategia de la defensa está de momento en buscar la nulidad del sumario alegando que los pinchazos telefónicos ordenados por el juzgado y los registros en varios inmuebles que se practicaron a finales de abril y principios de mayo de 2007, se hicieron vulnerando las garantías constitucionales y son ilegales. También han alegado que su residencia estaba en el Reino Unido y no tenían por que pagar los impuestos aquí, aunque la realidad parece ser que es que defraudó dolosamente al Fisco un total de 655.000 euros repartidos en 475.000 en un ejercicio y 180.000 en el siguiente.

Reconozco que cuando que escuche la noticia hace unos días, lo primero que me vino a la cabeza fue la imagen de Teddy criticando el comportamiento de uno de sus asociados por robar a todos sus conciudadanos. Evidentemente era una fantasía imposible, pero confieso que si que esperaba oír a alguno de los que se les llena la boca reclamando legalidad a los consumidores, alzando la voz y diciendo que esos comportamientos también son rechazables. Ni lo he escuchado ni a estas alturas lo espero, pero creo los músicos están perdiendo una ocasión de oro para demostrarnos a todos que su compromiso con la sociedad en la que viven (y por lo que se ve en algunos casos muy bien) va más allá de las galas benéficas y la firma de manifiestos.

No es el primer caso que se conoce (Alejandro Sanz también está siendo investigado por la fiscalía anticorrupción por el presunto blanqueo de un millón de euros) ni será el último (aunque solo sea por probabilidades), pero como gremio deberían empezar a mirar un poco hacia dentro y darse cuenta de que no se puede estar todo el día quejándose y llorando (aunque muchísimos artistas no lo hagan, si lo hacen los que los representan y si apenas se oyen voces discordantes es porque la gran mayoría está de acuerdo).

Y aunque suene demagógico, estaría bien se explique con que cara alguien puede pedir a gente que apenas llega a fin de mes y que les gusta Mecano o la Torroja (que aunque parezca increíble los hay) que se gaste la pasta en un disco suyo cuando saben que en cuanto tiene ocasión se salta la legalidad. Pero peor es que esta sensación de que los músicos en cuanto pueden dejan de pagar impuestos es cada vez mayor, y que actitudes como las que hoy nos ocupan lo único que consiguen es que la brecha entre el consumidor y el artista sea cada vez mayor, y que muchos músicos inocentes que malviven de su profesión (cuando no tiene otra a mayores) van a ser los que paguen los platos rotos mientras que dentro de unos meses esta señora volverá otra vez a su buena vida mientras su historia se olvida poco a poco...

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