Hoy, más que rescatar del olvido un disco arrinconado por la gloria de otro más exitoso dentro de la vida de su autor, voy a reivindicar la grandeza de uno que ha sido sistemáticamente vilipendiado y destrozado por la crítica y que para mi (con permiso tal vez del “A por ellos que son pocos y cobardes” de Loquillo y sus Trogloditas) es el gran disco en directo de los 80 tanto por su calidad musical y técnica como por su gran valor como documento histórico. Hablo, claro está, del “80 / 88” de Nacha Pop en el que aparece la grabación de los últimos dos conciertos que dio la banda (lo ocurrido hace un par de años prefiero verlo como un mal sueño que en realidad nunca existió)
La gira de presentación de “El momento” a lo largo de 1987 no fue fácil. El formato trío dificultaba el hecho de reunirse a ensayar (y más cuando Antonio cada vez pasaba cada vez más tiempo medio desaparecido) por lo que tres semanas antes de comenzarla empezaron a ensayar con los músicos que habían contratado para completar la banda. Antonio apenas apareció y acabó repercutiendo en unas primeras actuaciones muy flojas que les dejó un mal sabor de boca, por lo que cuando se anuncio que no habría conciertos de la banda al año siguiente (a excepción de dos en Méjico donde fueron a promocionar el disco) todos lo celebraron con cierto alivio.
No se puede decir que hubiese desavenencias en el seno del grupo, pero lo cierto es que el distanciamiento de Antonio Vega con su primo Nacho y Carlos Brooking era más que evidente y probablemente todo habría ido a mayores de no ser por el parentesco que les unía. En ese momento ya existía la conciencia de que, a pesar de no haber sido un grupo vendedor, Nacha Pop transcendía lo musical y una lenta agonía que echara al traste tanto trabajo e ilusión era lo último que deseaban. La separación (seguramente en ese momento no se plantearan que fuese a ser definitiva) empezó a flotar en el ambiente, aunque de inicio la idea era simplemente grabar un directo con el que terminar su contrato con “Polydor” y hacer un resumen de los años vividos.
Con el anuncio de los conciertos los rumores empezaron a dispararse, y más cuando se supo que Carlos Narea se encargaría tanto de la producción como de la organización. Tras la gira de “El momento” habían roto con su representante por lo que el hecho de no contratar a otro (a Méjico fueron con todo organizado por la compañía) y dejarlo en manos de una persona que no se dedicaba a eso dejaba claro la banda había dejado de pensar en el futuro. Los ensayos se desarrollaron igual que lo habían hecho los de los últimos tiempos, con Antonio presentándose de vez en cuando y con nervios ya que esta vez se trataba de la grabación de un disco y nada podía salir mal.
Una de las cosas que más se criticaron fue la selección del repertorio, y creo que es aquí donde falla fundamentalmente el disco. Me parece incomprensible que la base fuesen los temas de sus dos últimos trabajos (y de estos encima se dejaron fuera “Lucha de gigantes” y “Desordenada habitación”) arrinconando los de los primeros de los que interpretaron sólo tres de “Nacha Pop” (“Chica de ayer”, “Nadie puede parar” y “Antes de que salga el sol”) y metiendo en un medley los dos de “Buena disposición” (“Atrás” y “Alta tensión”) y el de “Más números…” (“Como hasta hoy”). Me temo que el tratar de buscar un equilibrio en tre los temas de uno y otro hicieron que se primaran otras cosas antes que la calidad de las composiciones y claro, si al final el reparto de temas era al cincuenta por ciento, en los del principio los de Antonio eran la gran mayoría por lo que la solución fue correr un tupido velo sobre esa etapa de la banda (y que encima es la mejor).
También recibieron críticas por el formato elegido pero, dadas las circunstancias tampoco se podia elegir otro. Habían pasado de ser un cuarteto a incorporar teclados y un saxofón (¿existe algún instrumento más genuinamente ochenteno? En los 80 daba la sensación de que si tu banda no tenia un saxo directamente no existías…), por lo que parecía lógico que tratasen de reproducir sobre el escenario como sonaban sus últimos discos por lo que incluyeron un segundo teclado, y un tercer guitarrista por si las moscas, y unas coristas (otro elemento imprescindible de la época)… Incluso en algún tema un segundo bajo y otra batería… Y la verdad es que sonaron de miedo…
Personalmente me gustan más otros conciertos que tengo de ellos en los que suenan igual de potentes pero más frescos e inspirados a pesar de los defectos que a veces se descubren (por ejemplo uno en rockola en 1983 que además tiene un buen sonido y limpiándolo un poco se podría publicar perfectamente) pero, a pesar de su perfección y ese sonido tan compacto que tiene creo que consigue transmitir la emoción que se vivieron aquellas noches. Y es que, si el grupo tenía un estricto guión que seguir y del que no debían salirse, el público no, y ellos son precisamente los que con su pasión desbordada dotan de magia y emoción la grabación.
Desde la primera canción se les escucha de fondo acompañar al grupo (y eso que limpiaron todo lo posible las cintas) consiguiendo que lo que de entrada estaba condenado a ser un frío disco en directo se transformara en algo orgánico con vida propia que reflejase a la perfección el momento histórico preciso en el que el mejor grupo de los 80 interpretaba sus últimas notas. Todo eso sucedió el 19 y 20 de octubre de 1988 (la segunda noche fue mejor y prácticamente todas las tomas del disco son de esa noche)… Ese último día el sol se ocultó antes de tiempo y, aunque volvió a salir a la mañana siguiente, en muchos aspectos de momento seguimos a oscuras.
Título: 80 / 88
Producción: Carlos Narea
Grabado en: “Jácara Plató” (Madrid) con la “Fleetwood Movile Studio”
Editado por: Polygram Ibérica
Canciones:
Cara A
- Puertas abiertas
- Grité una noche
- Relojes en la oscuridad
- Sentado al borde de ti
- No me olvido
Cara B
- Cada uno su razón
- Nuevo plan
- Medley (Con tal de regresar + Como hasta hoy + Atrás + Miedo al terror + Pagas caro mi humor + Alta tensión)
- Nadie puede parar
Cara C
- Asustado estoy
- Lo que tú y yo sabemos
- Chica de ayer
- Una décima de segundo
Cara D
- Vístete
- Quien soy
- Déjate ver ya
- Antes de que salga el sol
- Sol del Caribe
La gira de presentación de “El momento” a lo largo de 1987 no fue fácil. El formato trío dificultaba el hecho de reunirse a ensayar (y más cuando Antonio cada vez pasaba cada vez más tiempo medio desaparecido) por lo que tres semanas antes de comenzarla empezaron a ensayar con los músicos que habían contratado para completar la banda. Antonio apenas apareció y acabó repercutiendo en unas primeras actuaciones muy flojas que les dejó un mal sabor de boca, por lo que cuando se anuncio que no habría conciertos de la banda al año siguiente (a excepción de dos en Méjico donde fueron a promocionar el disco) todos lo celebraron con cierto alivio.
No se puede decir que hubiese desavenencias en el seno del grupo, pero lo cierto es que el distanciamiento de Antonio Vega con su primo Nacho y Carlos Brooking era más que evidente y probablemente todo habría ido a mayores de no ser por el parentesco que les unía. En ese momento ya existía la conciencia de que, a pesar de no haber sido un grupo vendedor, Nacha Pop transcendía lo musical y una lenta agonía que echara al traste tanto trabajo e ilusión era lo último que deseaban. La separación (seguramente en ese momento no se plantearan que fuese a ser definitiva) empezó a flotar en el ambiente, aunque de inicio la idea era simplemente grabar un directo con el que terminar su contrato con “Polydor” y hacer un resumen de los años vividos.
Con el anuncio de los conciertos los rumores empezaron a dispararse, y más cuando se supo que Carlos Narea se encargaría tanto de la producción como de la organización. Tras la gira de “El momento” habían roto con su representante por lo que el hecho de no contratar a otro (a Méjico fueron con todo organizado por la compañía) y dejarlo en manos de una persona que no se dedicaba a eso dejaba claro la banda había dejado de pensar en el futuro. Los ensayos se desarrollaron igual que lo habían hecho los de los últimos tiempos, con Antonio presentándose de vez en cuando y con nervios ya que esta vez se trataba de la grabación de un disco y nada podía salir mal.
Una de las cosas que más se criticaron fue la selección del repertorio, y creo que es aquí donde falla fundamentalmente el disco. Me parece incomprensible que la base fuesen los temas de sus dos últimos trabajos (y de estos encima se dejaron fuera “Lucha de gigantes” y “Desordenada habitación”) arrinconando los de los primeros de los que interpretaron sólo tres de “Nacha Pop” (“Chica de ayer”, “Nadie puede parar” y “Antes de que salga el sol”) y metiendo en un medley los dos de “Buena disposición” (“Atrás” y “Alta tensión”) y el de “Más números…” (“Como hasta hoy”). Me temo que el tratar de buscar un equilibrio en tre los temas de uno y otro hicieron que se primaran otras cosas antes que la calidad de las composiciones y claro, si al final el reparto de temas era al cincuenta por ciento, en los del principio los de Antonio eran la gran mayoría por lo que la solución fue correr un tupido velo sobre esa etapa de la banda (y que encima es la mejor).
También recibieron críticas por el formato elegido pero, dadas las circunstancias tampoco se podia elegir otro. Habían pasado de ser un cuarteto a incorporar teclados y un saxofón (¿existe algún instrumento más genuinamente ochenteno? En los 80 daba la sensación de que si tu banda no tenia un saxo directamente no existías…), por lo que parecía lógico que tratasen de reproducir sobre el escenario como sonaban sus últimos discos por lo que incluyeron un segundo teclado, y un tercer guitarrista por si las moscas, y unas coristas (otro elemento imprescindible de la época)… Incluso en algún tema un segundo bajo y otra batería… Y la verdad es que sonaron de miedo…
Personalmente me gustan más otros conciertos que tengo de ellos en los que suenan igual de potentes pero más frescos e inspirados a pesar de los defectos que a veces se descubren (por ejemplo uno en rockola en 1983 que además tiene un buen sonido y limpiándolo un poco se podría publicar perfectamente) pero, a pesar de su perfección y ese sonido tan compacto que tiene creo que consigue transmitir la emoción que se vivieron aquellas noches. Y es que, si el grupo tenía un estricto guión que seguir y del que no debían salirse, el público no, y ellos son precisamente los que con su pasión desbordada dotan de magia y emoción la grabación.
Desde la primera canción se les escucha de fondo acompañar al grupo (y eso que limpiaron todo lo posible las cintas) consiguiendo que lo que de entrada estaba condenado a ser un frío disco en directo se transformara en algo orgánico con vida propia que reflejase a la perfección el momento histórico preciso en el que el mejor grupo de los 80 interpretaba sus últimas notas. Todo eso sucedió el 19 y 20 de octubre de 1988 (la segunda noche fue mejor y prácticamente todas las tomas del disco son de esa noche)… Ese último día el sol se ocultó antes de tiempo y, aunque volvió a salir a la mañana siguiente, en muchos aspectos de momento seguimos a oscuras.
Título: 80 / 88
Producción: Carlos Narea
Grabado en: “Jácara Plató” (Madrid) con la “Fleetwood Movile Studio”
Editado por: Polygram Ibérica
Canciones:
Cara A
- Puertas abiertas
- Grité una noche
- Relojes en la oscuridad
- Sentado al borde de ti
- No me olvido
Cara B
- Cada uno su razón
- Nuevo plan
- Medley (Con tal de regresar + Como hasta hoy + Atrás + Miedo al terror + Pagas caro mi humor + Alta tensión)
- Nadie puede parar
Cara C
- Asustado estoy
- Lo que tú y yo sabemos
- Chica de ayer
- Una décima de segundo
Cara D
- Vístete
- Quien soy
- Déjate ver ya
- Antes de que salga el sol
- Sol del Caribe
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