El martes se cumplen diez años de la muerte de Enrique Urquijo, y los próximos días los dedicaré a contar algo sobre él, colgar alguna foto que me guste y recordando la grabación de uno de sus conciertos en solitario en una pequeña sala de Valladolid…
Y para empezar que mejor forma de hacerlo que recuperando un par de fotos de dos de los grandes escritores de canciones que ha dado este país y probablemente los mejores transmitiendo emociones sobre un escenario.
Se conocieron a finales de los 70 en unas fiestas que se celebraban en un chalet de la sierra conocidas como “mítines de rock and roll” y en la que se reunían jóvenes de clase media-alta interesados en la música para hablar, bailar y tocar (y supongo que beber). El primer encuentro se produjo en una de esas fiestas y a fuerza de ir coincidiendo por la noche o en conciertos fue surgiendo un vinculo mayor en el que, además de la admiración mutua, entró el componente de las adicciones (aunque uno lo fuese a la heroína y el otro al alcohol y los fármacos es probable que sólo con mirarse entendieran perfectamente lo que estaba sintiendo y pensando el otro).
La primera de las fotos pertenece a los felices 80 y la de abajo a la grabación de una versión a dúo de “Desordenada habitación” que apareció en su segundo disco en compañía de Los Problemas. Y de postre un video que alguien ha hecho de esa canción que cantaron juntos mezclando fotos de Enrique y Antonio con otras seleccionadas por el autor que para mi gusto lo estropean.
Dos hombres y un mismo destino…
Y para empezar que mejor forma de hacerlo que recuperando un par de fotos de dos de los grandes escritores de canciones que ha dado este país y probablemente los mejores transmitiendo emociones sobre un escenario.
Se conocieron a finales de los 70 en unas fiestas que se celebraban en un chalet de la sierra conocidas como “mítines de rock and roll” y en la que se reunían jóvenes de clase media-alta interesados en la música para hablar, bailar y tocar (y supongo que beber). El primer encuentro se produjo en una de esas fiestas y a fuerza de ir coincidiendo por la noche o en conciertos fue surgiendo un vinculo mayor en el que, además de la admiración mutua, entró el componente de las adicciones (aunque uno lo fuese a la heroína y el otro al alcohol y los fármacos es probable que sólo con mirarse entendieran perfectamente lo que estaba sintiendo y pensando el otro).
La primera de las fotos pertenece a los felices 80 y la de abajo a la grabación de una versión a dúo de “Desordenada habitación” que apareció en su segundo disco en compañía de Los Problemas. Y de postre un video que alguien ha hecho de esa canción que cantaron juntos mezclando fotos de Enrique y Antonio con otras seleccionadas por el autor que para mi gusto lo estropean.
Dos hombres y un mismo destino…
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