No seria del todo sincero si dijese que tras el anuncio de que definitivamente no habrá gira de Led Zeppelin con un nuevo vocalista puedo descansar tranquilo, pero la verdad es que por el bien de música creo que es buena noticia y por ello me alegro. La pasada semana, un año después de que empezase a hablar de la posibilidad de que siguiesen sin Robert Plant, el bajista John Paul Jones declaro a la BBC que “Jimmy y yo ensayamos con Jason Bonham y no pudimos ponernos de acuerdo con ningún cantante y eso echó todo por la borda. Y si te soy sincero, la decisión me hizo feliz”.
Zanjada la cuestión (por ahora) no está de más recordar como, algo no creo que nadie pudiese haberse planteado nunca, ha estado a punto de llevar a una de las bandas más míticas de la historia del rock a cometer unos de los sacrilegios más grandes que se puedan imaginar. Todo comenzó con motivo de un concierto tributo a Ahmet Ertegün (cofundador de “Atlantic Records” fallecido en diciembre de 2006) en el que decidieron participar y que despertó la locura en millones de fans en todo el mundo. El problema era que sólo habría una actuación y que apenas 20000 personas podrían ser testigos del acontecimiento. La posibilidad de adquirir las entradas se sorteo en internet y la reventa vatio todos los records que existían hasta ese momento.
La fecha señalada era el 26 de noviembre, aunque una inoportuna rotura de un dedo del guitarrista Jimmy Page hizo que tuviese que retrasarse unos días y que muchos temblasen ante la posibilidad de una suspensión definitiva. Finalmente la noche del 10 de diciembre de 2007, John Paul Jones, Jimmy Page, Robert Plant y Jason Bonham (hijo de John Bonham, su batería original) se subieron al escenario del “O2” de Londres por primera vez en 20 años (la anterior fue en 1988 para conmemorar el 25 aniversario de “Atlantic Records”) y ofrecieron un espectáculo soberbio que nos devolvió a los mejores Zeppelin y que para la mayoría de sus seguidores supo a poquísimo… Y fue entonces cuando empezaron a dispararse los rumores…
Se cuenta que llegaron a ofrecerles 100 millones de libras por una pequeña gira lo que en principio parecía ser una oferta que no podían rechazar… Pero lo hicieron, ya que Robert Plant tenía sus propios planes, y estos andaban muy lejos de seguir con sus antiguos compañeros. En marzo de 2008 se hizo oficial que Led Zeppelin de momento no volverían a actuar de juntos, aunque en paralelo empezaron a surgir rumores de que Page, Jones y Bonham estaban probando a varios vocalistas (Steve Tyler de Aerosmith, Myles Kennedy de Alter Bridge o Jack White de White Stripes entre otros) con la “sana” intención de aceptar la onerosa oferta.
El punto culminante llegó el 28 de octubre del año pasado cuando sin tapujos John Paul Jones lo reconoció en algo que más bien parecía un órdago hacia Plant que a algo que realmente tuviese visos de suceder, aunque claro ante la posibilidad muchos nos revolvimos de indignación (otros lo festejaron) y nos temimos lo peor… Y ahora, tras un año en el que hemos podido leer todo tipo de noticias relacionadas con este asunto, el mismo que soltó la liebre (pero hablando por boca de los tres), la vuelve a meter en la jaula esperemos que esta vez para siempre.
Como ya he dicho en otras ocasiones refiriéndome a otros grupos míticos que desaparecieron hace muchos años, que se reúnan en ocasiones puntuales para desaparecer después no me parece mal si es por una causa justificada. El resto me parece un timo para el público y para ellos mismos que en muchos casos les llena los bolsillos pero que acaba con el prestigio que habían conseguido mantener durante décadas. Por suerte Led Zeppelin vuelven a descansar en paz y esperemos que esta vez sea para siempre ya que el concierto del “O2” fue un broche de oro para su carrera y todo lo que venga después lo único que podría conseguir sería mancharla.
Zanjada la cuestión (por ahora) no está de más recordar como, algo no creo que nadie pudiese haberse planteado nunca, ha estado a punto de llevar a una de las bandas más míticas de la historia del rock a cometer unos de los sacrilegios más grandes que se puedan imaginar. Todo comenzó con motivo de un concierto tributo a Ahmet Ertegün (cofundador de “Atlantic Records” fallecido en diciembre de 2006) en el que decidieron participar y que despertó la locura en millones de fans en todo el mundo. El problema era que sólo habría una actuación y que apenas 20000 personas podrían ser testigos del acontecimiento. La posibilidad de adquirir las entradas se sorteo en internet y la reventa vatio todos los records que existían hasta ese momento.
La fecha señalada era el 26 de noviembre, aunque una inoportuna rotura de un dedo del guitarrista Jimmy Page hizo que tuviese que retrasarse unos días y que muchos temblasen ante la posibilidad de una suspensión definitiva. Finalmente la noche del 10 de diciembre de 2007, John Paul Jones, Jimmy Page, Robert Plant y Jason Bonham (hijo de John Bonham, su batería original) se subieron al escenario del “O2” de Londres por primera vez en 20 años (la anterior fue en 1988 para conmemorar el 25 aniversario de “Atlantic Records”) y ofrecieron un espectáculo soberbio que nos devolvió a los mejores Zeppelin y que para la mayoría de sus seguidores supo a poquísimo… Y fue entonces cuando empezaron a dispararse los rumores…
Se cuenta que llegaron a ofrecerles 100 millones de libras por una pequeña gira lo que en principio parecía ser una oferta que no podían rechazar… Pero lo hicieron, ya que Robert Plant tenía sus propios planes, y estos andaban muy lejos de seguir con sus antiguos compañeros. En marzo de 2008 se hizo oficial que Led Zeppelin de momento no volverían a actuar de juntos, aunque en paralelo empezaron a surgir rumores de que Page, Jones y Bonham estaban probando a varios vocalistas (Steve Tyler de Aerosmith, Myles Kennedy de Alter Bridge o Jack White de White Stripes entre otros) con la “sana” intención de aceptar la onerosa oferta.
El punto culminante llegó el 28 de octubre del año pasado cuando sin tapujos John Paul Jones lo reconoció en algo que más bien parecía un órdago hacia Plant que a algo que realmente tuviese visos de suceder, aunque claro ante la posibilidad muchos nos revolvimos de indignación (otros lo festejaron) y nos temimos lo peor… Y ahora, tras un año en el que hemos podido leer todo tipo de noticias relacionadas con este asunto, el mismo que soltó la liebre (pero hablando por boca de los tres), la vuelve a meter en la jaula esperemos que esta vez para siempre.
Como ya he dicho en otras ocasiones refiriéndome a otros grupos míticos que desaparecieron hace muchos años, que se reúnan en ocasiones puntuales para desaparecer después no me parece mal si es por una causa justificada. El resto me parece un timo para el público y para ellos mismos que en muchos casos les llena los bolsillos pero que acaba con el prestigio que habían conseguido mantener durante décadas. Por suerte Led Zeppelin vuelven a descansar en paz y esperemos que esta vez sea para siempre ya que el concierto del “O2” fue un broche de oro para su carrera y todo lo que venga después lo único que podría conseguir sería mancharla.
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