martes, 3 de noviembre de 2009

A los pies de Vetusta Morla

Hoy comienza la cuadratura del círculo de Vetusta Morla, y tras año y medio de gira presentando su álbum debut (el maravilloso “Un día en el mundo”), han decidido despedirse de su público con cinco conciertos consecutivos en Madrid y en diferentes salas que a estas alturas ya han colgado el cartel de no hay billetes. Esta noche comenzaran su mini tour en la “El Sol”, mañana miércoles 4 le llega el turno a la “Sala Caracol” para saltar el jueves 5 al “Café La Palma” (el único para el que no han salido entradas a la venta y al que podrán entrar los compradores de la primera edición del disco que llevaba un DVD de regalo) e iniciar la traca final en “La Riviera” el viernes 6 y bajar definitivamente el telón el sábado en la “Joy Eslava”.

Al margen de la aparente locura que supone hacer este despliegue (habrá quien piense que mejor hacer uno en el “Palacio de los Deportes de la Comunidad” que compense todos los demás), de lo que no cabe ninguna duda es que los chicos son agradecidos y siguen con los pies en el suelo. Son conscientes de que si ellos han llegado a algo ha sido gracias a las pequeñas salas que durante diez años les han acogido y permitido subirse a un escenario para hacer callo sobre las tablas y rodar unas canciones que, ensayo tras ensayo y concierto a concierto han ido tomando forma para convertirse en las grandes triunfadoras del año y acaparar todo tipo de premios a lo largo de la temporada.

Brevemente hay que recordar que Pucho (voz), David García “El Indio” (batería), Jorge González (percusiones y programaciones), Guillermo Galván (guitarras), Juan Manuel Latorre (guitarras y teclados) y Alvaro B. Baglietto (bajo) llevan al pie del cañón más de diez años en los que les ha tocado patearse todos los garitos de Madrid, y que sin el inestimable apoyo de las salas agrupadas en “La noche en vivo” nada de lo que están empezando a conseguir ahora habría llagado. Conscientes del hecho (y a mi gusto de una forma muy acertada) han decidido llevar a cabo esta iniciativa que, otras consideraciones aparte, a mi me parece preciosa.

No es normal que cuando alguien roza el cielo con las manos tenga la capacidad de detenerse unos minutos para mirar hacia atrás y redescubrir quien se es y de donde se Viene… Ellos lo han hecho, y la conclusión a la que han llegado ha sido que tanto tiempo y trabajo a las espaldas y sin un disco que defender no habrían podido aguantarlo sin el apoyo de un público fiel que hizo del boca oreja el método más eficiente de promoción y, por supuesto, los responsables de la asociación y los dueños de las salas de la capital que siempre tienen abiertas sus puertas a todo aquel que tenga algo interesante que contar.

Y como de bien nacidos es ser agradecido aquí se encuentran ellos a punto de iniciar un adiós y supongo con el miedo y vértigo acoplado en la piel ya que a partir de ahora viene lo más complicado. Con tantos años de trabajo la lógica dice que han tenido tiempo de sobra para ir creando un repertorio, limar los perfiles de las canciones y hacer de cada una de ellas una joya en si misma. Ahora previsiblemente eso cambiará y, aunque sigan auto editándose y manteniendo sus trabajos no musicales, les va a resultar difícil aguantar la presión (generalmente autoimpuesta) de al menos igualar todo lo que han conseguido.

Les deseo de todo corazón que su aventura les salga bien mientras espero ansioso su segunda entrega, por lo que todo lo que puedo y debo hacer es ponerme a sus pies y pedirles que de una vez por todas me salven…

Y que el genio, el talento y la magia de Ayala y López Vázquez nos acompañen siempre…

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