miércoles, 6 de mayo de 2009

Sabandijas. Gusanos. Arrastrados. Energúmenos.

Hay veces que las noticias se comentan por si solas y los hechos retratan perfectamente a quienes los perpetran. En esta ocasión, y para no perder la costumbre, la Sociedad General de Autores y Editores han dado claras muestras de lo que son y el papel que juegan dentro de esta nuestra sociedad.

Para el que aún no se haya enterado de la noticia que apareció ayer publicada en la portada del periódico “El Mundo”, diré que el pasado 16 de abril el delegado de la SGAE en Almería se puso en contacto con los padres de Juanma López, un niño de 5 años aquejado de una enfermedad degenerativa (Síndrome de Alexander), para hacerles firmar un compromiso según el cual se comprometían a pagar el 10% de la recaudación del concierto benéfico que estaban organizando con el fin recaudar fondos para poder comprar las medicinas necesarias para frenar el avance de la dolencia de su hijo. El personaje en cuestión fue claro: o pagaban o impediría que el show (previsto para el 25 de abril en el Auditorio de Roquetas de Mar) se pudiese celebrar.

Al final, y ante las presiones del personaje, los padres no tuvieron más remedio que firmar y pagar antes del inicio del concierto la cantidad de 5629 euros para que el empleado de la sociedad que dirige Eduardo Bautista diera el visto bueno a su celebración... Lo curioso del caso es que David Bisbal (que sin ser santo de mi devoción se merece todos los aplausos del mundo) renuncio a cobrar un solo duro por su actuación y participó en la promoción del concierto desinteresadamente y con una sonrisa en la boca. Los únicos que no podían dejar de sacar su tajada correspondiente son los de siempre, así que el concierto fue benéfico para todos menos para la SGAE.

Por que no nos engañemos, aunque a última hora de ayer emitieran un comunicado en el que informaban que daban marcha atrás a la decisión que previamente habían tomado, en el fondo no se arrepienten de nada y encima pretenden cargar las culpas a los autores de los temas de los que dicen que tenían que haber renunciado previamente y por escrito a sus derechos. Como siempre vuelven a recurrir a la estrategia de echar balones fuera e intentar cargarle el muerto a otros con la intención de salir ellos de rositas tratando de dar una imagen altruista donando a la familia una cantidad igual a la que previamente habían cobrado. Pero ¿lo habrían hecho si todo esto no hubiese saltado a la primera plana de todos los medios de comunicación?

Lo que ocurre para su desgracia es que a estas alturas de la película no hay nadie que se crea ni media palabra de lo que puedan decir, y menos cuando, a pesar de la indecencia cometida, siguen justificándose añadiendo en su escrito que no estaban cometiendo ninguna ilegalidad. Efectivamente, todo lo que hacen es legal, pero dentro de la Alemania Nazi probablemente también lo fuera enviar a los judíos a los campos de exterminio, en la Cuba de Fidel lo es mandar a la cárcel a los disidentes y en la América de McCarthy la caza de brujas se hizo con la ley en la mano... ¿Y que? Aunque exista una justicia terrenal en cuyo nombre se puedan cometer todas las tropelías que se quieran, existe otra que consiste en el buen juicio que permite la convivencia y el respeto entre los ciudadanos, y esa los señores de la SGAE se la pasan a diario por el forro de sus caprichos.

Lo único que cuenta es llenar el saco a costa de lo que sea como demuestran la infinidad de quejas que casi a diario se pueden leer en la prensa y en todo tipo de foros de internet. Esta actitud, que justifican diciendo que es por el bien de sus asociados, les ha llevado a convertirse en la institución más odiada del país y a sus miembros en receptores del desprecio y repulsión de gran parte de la sociedad. A ellos les da lo mismo mientras sus arcas sigan llenándose poco a poco, pero no se dan cuenta que llegará un día en el que pedirán a la ciudadanía comprensión y apoyo, y cuando llegue ese momento lo único que se van a encontrar es con una sonrisa de oreja a oreja de todo el mundo mientras en su foro interno en lo único que pensaran será en esa expresión tan nuestra de que “a cada cerdo le llega su San Martín”... Y llegado el caso mi consejo es que te limites a pensarlo ya que si lo exteriorizas seguro que intentan cobrarte un canon... Ellos son así...

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