Hasta hace un rato no tenia claro si dedicar la entrada de hoy a la SGAE o a Willie McTell ya que, aunque mi idea inicial era hablar de mi querido Willie, el cuerpo y los acontecimientos me pedían un análisis de la nueva prueba de que el lobby que dirige Eduardo Bautista es un nido de ratas miserables y rastreras... Al final he optado por dejarlo para mañana y dedicar como tenia previsto estas líneas a uno de los más influyentes interpretes, compositores y guitarristas de la primera época del blues.
Su vida hasta no hace demasiado tiempo ha sido un misterio y, de no ser por el folklorista David Evans que se dedicó buscar a familiares y gente que le conoció para que le contasen lo que recordasen de él, su historia se habría perdido para siempre y apenas nos quedarían algunos retazos y muchas dudas (cosa que en cualquier caso sucede). Lo más probable es que naciera hoy hace 111 años (otras fuentes hablan de 1901 y 1903) en McDuffie, al sur de Thomson, Georgia, a unas 30 millas de la ciudad de Augusta dentro de una familia con ciertas posibilidades económicas a pesar de ser negros. Eso permitió que el niño, a pesar de ser ciego, pudiera acudir a escuelas de Georgia, Nueva York y Michigan donde, además de aprender a leer en braille, recibió alguna formación musical que se vio reforzada en su casa, ya que sus padres tocaban la guitarra y varios parientes se dedicaban a la música.
Al separarse sus padres se trasladó con su madre a una zona próspera al sur de Stapleton, cerca de Statesboro y allí aprendió a tocar la armónica y el acordeón aunque enseguida los cambio por la guitarra de la que se convirtió en un gran dominador. En un principio usó una de seis cuerdas, pero enseguida se pasó a la de doce de origen mejicano y que se convirtió (fundamentalmente gracias a su influencia) en uno de los hechos diferenciales del blues del sureste americano. A pesar de su ceguera (que le dio el apelativo de “Blind” por el que se le conocía) consiguió llevar una vida bastante confortable gracias a un sexto sentido que le permitía orientarse y valerse por si mismo en espacios aparentemente hostiles. Eso le permitió viajar y desplazarse solo en todo tipo de medios de transporte y sobre todo ganarse la vida con lo que más le gustaba.
Tocó durante casi toda su vida como músico callejero en el entorno del estado de Georgia siendo uno de los representantes más característicos del blues sureño. Con un estilo casi único, Blind Willie McTell reúne todas las condiciones necesarias para ser considerado el interprete por excelencia del country blues, una voz dulce y vehemente que, aunque a veces es ligeramente nasal, siempre resulta clara y de cuidada dicción. Su virtuosismo instrumental estaba muy por encima de la media, con un "fingerpicking" complejo e irregular, marcado por abruptos cambios de tempo y un uso magistral del "slide", con el que obtiene un sonido cristalino de una gran belleza. En su ecléctico repertorio conviven además del blues casi todos los géneros populares de la época: ragtime, espirituales, vodevil...
A lo largo de los 30 años que vivió de la música alcanzó cierta popularidad en la zona de Atlanta lo que le llevó en 14 ocasiones a un estudio de grabación (la primera el 17 de octubre de 1927 en Atlanta y la última en el otoño de 1956 en la misma ciudad) cada vez que un cazatalentos o un ejecutivo de una compañía discográfica se cruzaba en su camino y le ofrecía un dinero por registrar sus canciones, de las que dejó un total de 149 para la posteridad. También colaboró en los 40 con Alan Lomax, que recorría el país recopilando material para la Biblioteca del Congreso, y gracias al cual se conservan algunas de sus grabaciones de mejor calidad.
Cuando murió en 1959 de una hemorragia cerebral nadie se acordaba de él, aunque sus viejos discos de pizarra comenzaban a alcanzar unos precios desorbitados en las subastas. Su obra, exceptuando alguna cosa muy puntual, ha permanecido inédita hasta la aparición de el CD cuando se han digitalizado muchas obras registradas en este formato y de las que habían caducado los derechos de autor. En cualquier caso sus viejos discos por su valor artístico y simbólico (es uno de los precursores del rock sureño) forma parte de las piezas más codiciadas por los coleccionistas.
Tal vez esa condición de artista de obra perdida en colecciones inaccesibles es lo que hizo que desde muy jovencito la simple aparición del nombre de Blind Willie McTell en cualquier lugar hacia que inmediatamente mi atención se centrase exclusivamente en eso. Creo que fue determinante (seguramente fue la primera vez que lo vi escrito) su “Statesboro blues” abriendo uno de mis discos favoritos y el que sin lugar a dudas es el mejor directo de la historia (me refiero, como no, a “At Fillmore East” de los Allman Brothers), aunque poco después también lo fueron las referencias a un tema con su nombre grabado mano a mano entre Dylan y Mark Knopfler para las sesiones de “Infidels” y que quedó archivado. Todos los que la habían escuchado hablaban maravillas de ella y yo la mitifiqué durante mucho tiempo antes de poder escucharla en una versión eléctrica que me dejó alucinado poco antes de ver oficialmente la luz en el voulumen1-3 de sus “Bootleg Series” en 1991.
No son los únicos que de una u otra manera me han guiado a través de los años hacia él, pero si que han sido los que más han influido... Ahora creo que no es necesario que diga más... Para entender lo que significa Willie McTell para mí sólo hace falta saber leer y lo demás vendrá dado por añadidura ya que al buen entendedor pocas palabras le bastan...
Su vida hasta no hace demasiado tiempo ha sido un misterio y, de no ser por el folklorista David Evans que se dedicó buscar a familiares y gente que le conoció para que le contasen lo que recordasen de él, su historia se habría perdido para siempre y apenas nos quedarían algunos retazos y muchas dudas (cosa que en cualquier caso sucede). Lo más probable es que naciera hoy hace 111 años (otras fuentes hablan de 1901 y 1903) en McDuffie, al sur de Thomson, Georgia, a unas 30 millas de la ciudad de Augusta dentro de una familia con ciertas posibilidades económicas a pesar de ser negros. Eso permitió que el niño, a pesar de ser ciego, pudiera acudir a escuelas de Georgia, Nueva York y Michigan donde, además de aprender a leer en braille, recibió alguna formación musical que se vio reforzada en su casa, ya que sus padres tocaban la guitarra y varios parientes se dedicaban a la música.
Al separarse sus padres se trasladó con su madre a una zona próspera al sur de Stapleton, cerca de Statesboro y allí aprendió a tocar la armónica y el acordeón aunque enseguida los cambio por la guitarra de la que se convirtió en un gran dominador. En un principio usó una de seis cuerdas, pero enseguida se pasó a la de doce de origen mejicano y que se convirtió (fundamentalmente gracias a su influencia) en uno de los hechos diferenciales del blues del sureste americano. A pesar de su ceguera (que le dio el apelativo de “Blind” por el que se le conocía) consiguió llevar una vida bastante confortable gracias a un sexto sentido que le permitía orientarse y valerse por si mismo en espacios aparentemente hostiles. Eso le permitió viajar y desplazarse solo en todo tipo de medios de transporte y sobre todo ganarse la vida con lo que más le gustaba.
Tocó durante casi toda su vida como músico callejero en el entorno del estado de Georgia siendo uno de los representantes más característicos del blues sureño. Con un estilo casi único, Blind Willie McTell reúne todas las condiciones necesarias para ser considerado el interprete por excelencia del country blues, una voz dulce y vehemente que, aunque a veces es ligeramente nasal, siempre resulta clara y de cuidada dicción. Su virtuosismo instrumental estaba muy por encima de la media, con un "fingerpicking" complejo e irregular, marcado por abruptos cambios de tempo y un uso magistral del "slide", con el que obtiene un sonido cristalino de una gran belleza. En su ecléctico repertorio conviven además del blues casi todos los géneros populares de la época: ragtime, espirituales, vodevil...
A lo largo de los 30 años que vivió de la música alcanzó cierta popularidad en la zona de Atlanta lo que le llevó en 14 ocasiones a un estudio de grabación (la primera el 17 de octubre de 1927 en Atlanta y la última en el otoño de 1956 en la misma ciudad) cada vez que un cazatalentos o un ejecutivo de una compañía discográfica se cruzaba en su camino y le ofrecía un dinero por registrar sus canciones, de las que dejó un total de 149 para la posteridad. También colaboró en los 40 con Alan Lomax, que recorría el país recopilando material para la Biblioteca del Congreso, y gracias al cual se conservan algunas de sus grabaciones de mejor calidad.
Cuando murió en 1959 de una hemorragia cerebral nadie se acordaba de él, aunque sus viejos discos de pizarra comenzaban a alcanzar unos precios desorbitados en las subastas. Su obra, exceptuando alguna cosa muy puntual, ha permanecido inédita hasta la aparición de el CD cuando se han digitalizado muchas obras registradas en este formato y de las que habían caducado los derechos de autor. En cualquier caso sus viejos discos por su valor artístico y simbólico (es uno de los precursores del rock sureño) forma parte de las piezas más codiciadas por los coleccionistas.
Tal vez esa condición de artista de obra perdida en colecciones inaccesibles es lo que hizo que desde muy jovencito la simple aparición del nombre de Blind Willie McTell en cualquier lugar hacia que inmediatamente mi atención se centrase exclusivamente en eso. Creo que fue determinante (seguramente fue la primera vez que lo vi escrito) su “Statesboro blues” abriendo uno de mis discos favoritos y el que sin lugar a dudas es el mejor directo de la historia (me refiero, como no, a “At Fillmore East” de los Allman Brothers), aunque poco después también lo fueron las referencias a un tema con su nombre grabado mano a mano entre Dylan y Mark Knopfler para las sesiones de “Infidels” y que quedó archivado. Todos los que la habían escuchado hablaban maravillas de ella y yo la mitifiqué durante mucho tiempo antes de poder escucharla en una versión eléctrica que me dejó alucinado poco antes de ver oficialmente la luz en el voulumen1-3 de sus “Bootleg Series” en 1991.
No son los únicos que de una u otra manera me han guiado a través de los años hacia él, pero si que han sido los que más han influido... Ahora creo que no es necesario que diga más... Para entender lo que significa Willie McTell para mí sólo hace falta saber leer y lo demás vendrá dado por añadidura ya que al buen entendedor pocas palabras le bastan...
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