viernes, 13 de marzo de 2009

Dos noches en el Filmore East

Los días 12 y 13 de marzo de 1971 yo apenas tenia unas semanas e vida, pero esas dos noches se grabó en el “Fillmore Easr” de Nueva York el que probablemente sea el mejor disco en directo de la historia. Fueron en total cuatro conciertos a razón de dos pases diarios a las 20:00 y a la 23:30 y, si lo que se vivió allí es tan solo la mitad de lo que se puede percibir en la grabación, los que tuvieron la fortuna de asistir a alguno de ellos casi 40 años después todavía tiene que estar recordándolos. Para el resto de los mortales está el doble álbum y la imaginación de cada cual para colarse entre el público y tratar de rememorar uno de los momentos más mágicos de la historia del rock.

Una de las anécdotas más curiosas que se cuentan del proceso de elaboración del disco tiene que ver con la fotografía de la portada. Se dice que al grupo no le gustaba nada posar para las fotos y que eran partidarios de para la portada de una instantánea sacada de alguna de las actuaciones. El fotógrafo, durante la sesión impuesta por la compañía, estaba volviéndose loco ya que no conseguía hacerles sonreír y en las imágenes que obtenía aparecían siembre demasiado serios. En una pausa de Duane se marchó a ver a un amigo y regresó con una bolsita de cocaína que, al verla el resto, provocó una carcajada generalizada que el atento fotógrafo logro captar para la eternidad. Si se compara la imagen que encabeza este texto con la portada del disco podrá verse las sustancial diferencia...

La banda en esas actuaciones estaba formada por Duane Allman (guitarra y slide guitar), Gregg Allman (órgano y voz), Dickey Betts (guitarra), Berry Oakley (bajo), Butch Trucks y Jaimoe Jai Johanny (batería), y resulta difícil imaginar como pudieron lograr esa fuerza, garra, dureza e intensidad y registrarla para que, después de tantos años, sigua ejerciendo ese poder de atracción entre gente de distinta edad, formación y gustos musicales. Gran parte de la culpa la tuvo el productor Tom Dowd (uno de los grandes de la historia del rock) ya que, al margen de la gran calidad del material que tenia entre las manos, fue capaz de plasmar toda la emoción del directo de los Allman respetando la esencia de lo que sucedió esas dos noches en el Fillmore y dotándole de un volumen de decibelios que para nada impide una perfecta audición y que cada instrumento suene donde tiene que sonar.

A lo largo de los años han sido tres las ediciones que ha tenido el álbum. La primera apareció en julio de 1971 en formato de doble LP y contenía un total de siete temas. La muerte prematura de Duane a los pocos meses hizo que, canciones desechadas para esa grabación fuesen apareciendo en discos posteriores de la banda y algún recopilatorio. Todas ellas (mas una grabada en el mismo lugar el 27 de junio de ese año) se reunificaron en 1992 bajo el título “The Fillmore Concerts” apareciendo sólo en forma de doble CD y cambiando la portada original y el orden de los temas para ajustar el tiempo al por entonces reciente soporte digital. Por último en 2003 se editó la versión “deluxe” con una presentación muy cuidada y en el que además de lo anterior se incluyó un tema más del 27 de junio.

“At Fillmore East” se convirtió casi desde el primer momento en un ejemplo a seguir, en uno de esos trabajos que marca el camino por el que debería pasar todo artista que quiera conseguir un disco en directo impecable y sentó las bases de cómo debe ser un álbum verdaderamente grande. La improvisación, los solos de guitarra, la intima relación con el público, el sentimiento... ese sentimiento que está en la esencia de lo que debe ser el rock... Eso lograron los hermanos Allman esas dos noches en Nueva York y, aunque fue como el hermoso canto de un cisne, al menos lograron lo que muchos no consiguen en toda la vida, colocar las emociones en su punto más alto.

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