Antes de nada y para no perder tiempo, si eres de los que aún no tiene "Avería y redención # 7" deja de leer, vete a la tienda de discos más cercana y cómpratelo... Y si es la versión doble con el documental "¿Donde están las gafas de Mike?", mejor. Hace trece meses que salió a la venta, y aunque desde entonces se han publicado unos cuantos buenísimos discos (de esos que piensas que son redondos los cojas por donde los cojas), creo que todavía no ha salido ninguno que le supere en prácticamente ninguna faceta (excepto ventas, claro). Pero hoy de lo que me apetece hablar es del DVD que le acompañaba en su primera edición, y que también se ha editado de forma independiente.
Al parecer cuando Quique González acabó la gira de presentación de "Ajuste de cuentas", su intención inicial era retirarse a su casa en el interior de Cantabria, dedicarse una temporadita a una vida contemplativa y decidir hacía donde quería dirigir su carrera. Esos propósitos le duraron tanto tiempo como el que tardo en entrar en la tienda de instrumentos musicales Fernando Macaya. Le pillo viendo unas imágenes que había grabado en un combate de boxeo y esa misma tarde le propuso que grabasen alguna canción. Así, por casualidad, sus planes dieron un giro y se encontró dando los primeros pasos para un nuevo disco.
A lo largo de un año fue siguiendo todo el proceso creativo de un disco, desde el nacimiento de las canciones con la acústica o el piano, a la grabación definitiva, pasando por bolos en los que probaba los temas o la preparación con la banda de las maquetas. Pero es que además captó el día a día de Quique, con sus paseos por el campo junto a Samuel (su perro), la colaboración en una emisora de Torrelavega recomendando discos, las visitas de los amigos, una operación en la rodilla, aviones perdidos, algún concierto sorpresa, un ensayo en la habitación del hotel... Y así hasta 50 horas de grabación que aparecen perfectamente estructurados y resumidos en apenas 83 minutos.
Lo habitual, cuando se plantea un reportaje sobre un artista, es o seguirle durante una gira o una serie de conciertos, o intercalar imágenes de archivo con entrevistas, pero este proceso tan lento y a lo largo de tantos meses para contar la gestación de un álbum lo recuerdo en casos muy puntuales. "Let it be" puede que fuera la primera ocasión en que se hizo, aunque sólo fue durante un mes y reducido al espacio físico de un estudio. Para mi el mejor (y en breve me extenderé más en él) en este subgénero es el "I trying to break your heart" de Sam Jones en el que se cuenta el tortuoso proceso de grabación del "Yankee hotel foxtrot" de Wilco.
Aunque desconozco si Macaya o Quique lo han visto y lo han utilizado como referente, me parece que es deudor de este en algunos aspectos, sobre todo en la relación del artista con la cámara que parece que no está pero que recoge hasta el último gesto y la normalidad con la que todo se desarrolla sin sentir que las situaciones puedan estar forzadas buscando una toma o un objetivo concreto. Lo único que no me acaba de convencer la voz en off, aunque reconozco que ayuda a ser consciente que la acción avanza en el tiempo (por ejemplo ver como cambia el paisaje a su alrededor también lo hace, pero es menos efectiva), y como no abusa en exceso no llega a resultar molesta en ningún momento.
El resultado es un documental excepcional, en el que consigue hacer llegar al espectador la naturalidad con la surge una obra maestra (el disco) a través de los ojos de otra (el DVD).
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