
Y es que creo que ese es uno de los problemas que tiene Lourdes, ya que su preciosa voz y el intimismo que desparraman sus canciones es difícil de imaginar en un sitio distinto a un teatro o salas de aforo reducido. Además su extrema timidez hace que se refugie en la una iluminación muy tenue en la que apenas se distingue su imagen y que ayudan a que esa mezcla de folk con pop melódico y melancólico, y claro eso no tiene cabida en grandes recintos por que precisamente todo lo que ofrece se diluye en el aire. Eso no quita que haya tocado en algún festival aunque me temo que si la propuesta artística es la misma que yo vi difícilmente habrán pasado con nota esa prueba del algodón.
Escuchado en casa su único disco “I love your glasses” es bonito y se puede llegar a entender el gran éxito cosechado. Su estilo es agradable, y como las melodías son dulces y pegadizas puede llegar a tener su público, pero creo que, o evoluciona impregnado de un poco más de fuerza a sus composiciones, o se quedará en creadora de pequeñas joyitas para disfrute de una minoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario