Dentro de mi santoral personal siempre he dicho que Dylan es dios pero, como no soy creyente, si en algún momento me tengo que decantar por un artista, me quedo con alguien más terrenal como Neil Young. Dicho así el que no le conozca puede pensar que nos encontramos ante un músico de segunda fila, cuando en realidad estamos hablando posiblemente de una de las carreras más sólidas y prolíficas de toda la historia del rock. Con más de 60 discos grabados apenas a cinco o seis se les puede considerar malos y más de la mitad está en el arco que va del bueno o excelente a la obra maestra (de las que puede haber firmado fácilmente más de una docena), con lo que uno se puede hacer fácilmente a la idea de la clase de artista ante el que nos encontramos
Desde hace bastantes años se viene hablando del proyecto de Young de reunir toda su obra no publicada en una serie de cajas antológicas agrupadas por décadas y en las que pueda incluir todo lo que se quedó fuera de sus discos, como conciertos, colaboraciones, inéditos y todo tipo de material perdido. Y si hemos hablado que su obra oficial es ingente, la que no lo es (y que hasta ahora ha circulado como bootlegs) es aún más impresionante y contiene gran cantidad de joyas que inexplicablemente no han visto la luz. Y si Dylan decidió hace años dar salida a este material oculto a través de las “Bootleg series” con cuenta gotas y sin un criterio demasiado claro, el canadiense ha decidido hacerlo de forma ordenada y ofreciendo el mayor número de contenidos posibles.
Han pasado muchos años desde que escuché la noticia de que en breve aparecerían los archivos secretos de Neil Young, y han sido tantas las veces que el proyecto se ha retrasado que ahora, que ya podemos ver físicamente como va a ser, que digan que de primavera trasladan a verano la salida de la primera de las cajas como que no me importa demasiado. Se sabe que van a ser en torno a 10 discos en formato CD, DVD o Blue-Ray, que incluirán cerca de 140 canciones y los contenidos tendrán una duración superior a las 20 horas. Además este primer volumen solo cubre el periodo que va entre 1963 y 1972 con lo que, al menos, deberían aparecer otras cuatro cajas más para cerrar el círculo y supondría, sin lugar a dudas, la mayor labor de arqueología musical que nunca se ha realizado de un artista.
Me encantaría poder incluir los contenidos de estos archivos, pero de momento tendré que conformarme con suposiciones en función del material pirata que yo tengo (cerca de 175 CD’s) y lo que se sabe que existe por ahí...
- Así seguro que aparecen los temas que grabó con los Squires (su primera banda en Canadá) y algún concierto de los que dio con ellos.
- Se sabe que descartó un par de álbumes para publicar otros y, aunque algunas canciones de estos han ido apareciendo a lo largo de los años, aun permanecen bastantes inéditas.
- Existe una sesión de grabación en los “Quad studios” de Nashville de 1968 con 17 temas (todos inéditos y nunca interpretados en directo) del que apareció el master hace varios años y que creo que no se ha publicado en ningún formato.
- De la etapa con Buffalo Springfield apareció bastante material raro en la caja de 4CD’s de 2001, pero en esta no hay conciertos y faltan canciones que se sabe que escribió Young en esa época y que nunca se han editado.
- Además aparecerán imágenes de muchas de sus apariciones en TV durante esos años y espero que también de algún concierto con Crazy Horse.
- Seguro que se incluye la película “Journey throught the past” que dirigió y compuso la banda sonora.
- Deberían también publicar algunas maquetas y más material de estudio (jams, ensayos, tomas alternativas, algún tema más en directo de la gira que hicieron en 1970) que recuerden y recuperen a los primigenios Crazy Horse.
Simplemente son suposiciones mías, pero seguro que no me alejo demasiado de lo que incluirá esta caja. El único problema es el precio que se anuncia y que oscilará entre los doscientos y pico de la versión en CD (incluye además un libro y algo de memorabilia en una caja con una presentación impresionante) a los más cuatrocientos de la edición en Blue-Ray que será las más completa y preemitirá a través de la red actualizar los contenidos e incluir más material inédito. Una pasta para tiempos de crisis, y más si además en marzo aparecerán la película (”Deja vu” ) en venta directa en DVD y al menos un disco nuevo llamado “Fork in the road” (y a lo mejor otro descartado en 2001 y llamado “Toast”), y por supuesto los archivos que han sido retrasados ante la permanente promiscuidad creativa de Young que le ha llevado a publicar más de disco y medio al año a lo largo de su vida creativa.
Que nadie dude que es el más grande y para muestra un botón... Seguro que me lleva mucho tiempo asimilar lo que se nos viene con tantísimas horas de música, pero no tengo ninguna duda de que no me va a defraudar y, aunque me acabe gastando un dinero que no tengo (pero que tendré cuando llegue el momento), estoy seguro a priori que será una de las compras que más feliz me hará y me reportará sensaciones y emociones que a estas alturas de la película poquísimos artistas son capaces de transmitirme.
He pasado años esperando este momento, y ahora que parece que por fin ha llegado, me siento como la oveja que ha estado toda la vida oyendo “que viene el lobo, que viene el lobo...” y no acaba de creérselo hasta que lo tiene encima y no hay capacidad para reaccionar. Ya me emocionaré cuando definitivamente lo vea en las tiendas, así que hasta que ese día llegue solo me queda sentarme en el sofá y, en cuanto acabe con estas líneas, ponerme el DVD de “Weld” y disfrutar de nuevo con el más grande que hubo, hay y habrá...
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