“Cada noche los cuerpos ardían en una hoguera de propósitos inciertos, inflamados de palabras, como brazos que se agitan. La seguridad ilusoria del presente se desvanecía, huyendo en relojes de cifra incomprensible. Ni casa ni tierra.
El viaje es un vaivén del miedo a la alegría, de la insensatez a un extraño conocimiento, ajeno, sin límites. Tan pronto el pasado hacía girar sus amenazas cual palo de ciego sobre nuestras cabezas como la oscura presencia de un ser futuro presionaba en nuestro interior con dedos negros, real como el espacio que no podremos abarcar jamás.
El viaje es una guerra que no acabó en su día.
Ciudades que los ojos no retuvieron al pasar y pese a todo dejaron una huella secreta e imborrable. Campos ardiendo a ambos lados de la carretera. Rostros entre las llamas, desconocidos o familiares, haciendo señas a la pasión. Como fotografías, recuerdos ya de lo que aún no ha sucedido. Las fotos son fuego también para los ojos, con esa fijeza enrarecida. La música será más fiel que las palabras, cuando no esconda palabras nunca dichas. La música es la alquimia de los cuerpos.
Al fuego, pues, las fotos. Y los cuerpos, al fuego, que fertiliza las tierras áridas y espinosas. Los hijos de la pasión crecerán con un estigma imborrable en la frente. ¿Pero quién reconocerá el rostro del que regresa de un país en llamas, para dar vida al orden que aprendió del caos?”
Radio Futura
El viaje es un vaivén del miedo a la alegría, de la insensatez a un extraño conocimiento, ajeno, sin límites. Tan pronto el pasado hacía girar sus amenazas cual palo de ciego sobre nuestras cabezas como la oscura presencia de un ser futuro presionaba en nuestro interior con dedos negros, real como el espacio que no podremos abarcar jamás.
El viaje es una guerra que no acabó en su día.
Ciudades que los ojos no retuvieron al pasar y pese a todo dejaron una huella secreta e imborrable. Campos ardiendo a ambos lados de la carretera. Rostros entre las llamas, desconocidos o familiares, haciendo señas a la pasión. Como fotografías, recuerdos ya de lo que aún no ha sucedido. Las fotos son fuego también para los ojos, con esa fijeza enrarecida. La música será más fiel que las palabras, cuando no esconda palabras nunca dichas. La música es la alquimia de los cuerpos.
Al fuego, pues, las fotos. Y los cuerpos, al fuego, que fertiliza las tierras áridas y espinosas. Los hijos de la pasión crecerán con un estigma imborrable en la frente. ¿Pero quién reconocerá el rostro del que regresa de un país en llamas, para dar vida al orden que aprendió del caos?”
Radio Futura
(Texto extraído del encarte interior del LP de 1985 "De un país en llamas" de Radio Futura editado por ARIOLA. Me gustaría con el rendir homenaje a Alvaro Ussía Caballero, asesinado hace una semana en la puerta de la discoteca "El Balcón de Rosales" por sus guardias de seguridad)
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