UN AMIGO ... adiós al indomable (Andrés Calamaro, 18 - Agosto - 2006)
Perdí un gran amigo, bellista persona, formidable guitarrista, y ejemplo de lucha y de alegría de vivir. Seguro que, con el correr de los días, voy a depositar recuerdos y sentimientos que hagan honor al espíritu y la amistad... Voy a reservarme estos instantes de luto para llorar a solas a la memoria de Guillermo Martín. También para sonreír por tantos momentos compartidos con el.
Es que tocamos tantas veces, grabamos y ensayamos y vivimos mucho juntos, el indomable Guillermo y nosotros... Desde los bares de Madrid o la gira que nos reunió con Bob Dylan... El primer disco de Rodríguez, las grabaciones de los Neverly-Desperados, mil ensayos... Siempre Guillote con un tercio en una mano y un cuarto en la otra... Toda una generación de músicos que va a tardar en acostumbrarse a esta perdida irremediable... Se veía venir, pero no por eso es menos doloroso este adiós a un amigo... Enfrentaste la gran contrariedad con gracia y sonrisa... Guille torero, Guille callejero, Guille de Malasaña, de Zaragoza y de Buenos Aires... El aristócrata de Caravanchel, el especialista... No habrá uno igual y dejas vacíos los escenarios y los corazones de quienes afortunados te tenemos como amigo y camarada !
Andrés Calamaro
Esta noche he vuelto a ver el concierto básico de Calamaro en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1999, y luego el documental "El año de buena suerte" de los Rodríguez, y aunque los protagonistas son otros, al final siempre dejaba su toque de gran estrella del rock en la sombra. Y si ayer hablaba de músicos que hacen más grandes a los que tocan con ellos, sin duda en España, Guille fue su mejor y mayor exponente. Y he recordado las palabras que leí de Andrés cuando murió, y me apetecía compartirlas por que reflejan, mejor que nada de lo que yo pueda decir, como era y que significaba dentro de nuestro panorama musical.
Nunca nadie ha pisado más escenarios que él por la mera necesidad de estar ahí arriba. Casi siempre que lo ví fue en pequeñas salas a altas horas de la madrugada en jams o acompañando a cualquiera que le dejase tocar un rato. Por eso, ahora que casi todo es mercadeo y, al mismo tiempo que se refunda el capitalismo lo está haciendo el negocio musical, se echa más que nunca en falta a gente que viva dando prioridad a su pasión antes que a su profesión. Por eso no se hizo ni rico ni famoso, ni los focos se posaron sobre él, ni fue noticia hasta que murió... Pero estoy seguro que nada de eso le importaba si podía subirse cada noche sobre unas tablas, enchufar su guitarra y empezar a escupir notas como si eso fuese lo único que importara en el mundo en ese momento.
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