No me gustaría pecar de pesado, pero si hay algo que me molesta en este negocio es la gente que trata de exprimir al máximo el bolsillo del fan. La verdad es que no se quienes son los culpables de las decisiones que se toman en este sentido, y me da igual que sea la discográfica, el artista o una mezcla de ambos, pero el comprador del discos (y hablo como uno de ellos) se siente atracado a punta de reedición cuando estas empiezan a hacer acto de presencia en las estanterías de las tiendas, fundamentalmente, en fechas como estas...Son varias las formas en las que se realiza ese expolio al bolsillo del consumidor, pero el más habitual es la de sacar una segunda edición de un disco publicado unos meses antes. Los ejemplos para estas navidades de este modelo son Manolo García con su "Saldremos a la lluvia" y El canto del loco con "Personas". Te dan el mismo álbum y luego añaden, 4 versiones acústicas y 5 instrumentales más el DVD de vídeos y documentales en el caso del señor García y 6 canciones nuevas (al menos aportan temas inéditos) y el correspondiente DVD en el de los madrileños. Te lo presentan muy bonito, incluyen un libro de fotos y lo presentan como una edición especial para fans... Esos mismos que ya se gastaron la pasta cuando salió y a los que vuelven a pedir que se rasquen el bolsillo para pagar más de los que les costó la primera versión. Al menos sus seguidores ya saben lo que tienen que hacer, en su siguiente trabajo esperar unos meses a que saquen la edición especial.
Otra variante es la de recopilación pura y dura con algún inédito o la del dueto. En estos casos, a menos que sean muy escandaloso, tiendo a ser menos duro a la hora de juzgarlo. Todos los artistas recurren en algún momento a este tipo de grabaciones y no es lo mismo llevar media docena (o más) de discos y hacer balance, que después de tres en 10 años sacan el dichoso grandes éxitos. Tengo que decir que yo muchas veces compro recopilaciones para acercarme a grupos que no conozco para hacerme una idea de lo que hacen, y si me convencen es cuando empiezo a investigar su discografía. Lo malo es cuando se recurre con frecuencia a ellos (se me ocurre así a bote pronto la afición que tienen por ellos Víctor Manuel y Ana Belén) y luego se tiran un año de gira para presentarlo y otro par de ellos hasta que sacan material nuevo. Y por último está en formato en directo del que podría decir casi lo mismo que del anterior. Sobre todo en artistas extranjero de peso (los Stones por ejemplo) es habitual que tras una gira editen el correspondiente concierto para tratar de evitar el mercado de bootlegs, pero al menos en estos casos los repertorios son tan amplios que no suelen coincidir canciones de uno a otro, y el seguidor no tiene que tragarse la trigésima versión del hit de turno. Lo criticable para mi (y cuando escribo esto pienso en el caso español) es cuando se enlaza una recopilación, con una grabación en vivo, con una de duetos, que además tiene los mismos temas y en versiones parecidas... Y que a nadie se le ocurra piratearse alguno por que te crucifican en la plaza pública. Amigos de este modelo son mis admirados (aunque critique duramente lo que han hecho estos 10 últimos años) Secretos, que ahora publican el concierto que dieron en Madrid el 10 de octubre de este año (ver post de ese día) y de los que espero que el año que viene no saquen un "A tu lado dos" con los artistas que se quedaron fuera en el uno.
Pero al final es uno mismo el que, en función de la afición por un grupo, decide si le parece tal o cual disco un abuso o una oportunidad para escuchar las mismas canciones con versiones distintas. Y reitero que no me parecen mal estas estrategias cuando se hacen bien ya que disfruto con las cajas llenas de material extra cuando se cuida el contenido y el formato. Por suerte son muchas las que se editan cada año, y aunque son caras y tienen un objetivo fundamentalmente recaudatorio, al menos aportan material desconocido sin recurrir al gancho de lo ya conocido. En cualquier caso cada cual es muy libre de meter a un jeta entre sus discos para llenar sus bolsillos y que sigan ordeñando una vaca que dentro de poco dejará de dar leche... Al menos de la forma que ahora conocemos.
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