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Surgida en 1988, su primer trabajo (TSP 001) se tituló "Ultra Rare Trax Vol. 1" y era una recopilación de temas curiosos y versiones alternativas de The Beatles. Por desgracia su vida fue corta, y en 1993 apareció su último trabajo, probablemente por que las leyes permisivas de Luxemburgo ( se editaban allí aunque ellos anunciasen que "eran realizados en algún lugar sobre el arco iris") para la publicación de discos piratas se volvieron menos permisivas y no les quedó más remedio que cerrar. En cualquier caso, a lo largo de los años, han ido apareciendo con cuentagotas (y manteniendo sus señas de identidad) discos con la marca del cerdo en tiradas muy limitas, artesanales y numeradas, lo que me hace sospechar que mantiene cierta actividad para alegría de los aficionados a este tipo de grabaciones entre los que yo me encuentro.
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Mis últimas adquisiciones han sido este año y se trata de dos vinilos (uno blanco y el otro transparente) con descartes, maquetas y tomas alternativas de "The Wall" de Pink Floyd. Dado el material del que estamos hablando y su altísima calidad en todos los aspectos, estos discos son de lo más deseado y apreciado por los coleccionistas, que llegan a pagar auténticas fortunas por una copia de cualquiera de sus títulos, incluso en su edición en CD que carece del encanto del plástico de color. Y si alguna pega hay que poner es que en algún caso se tratan de grabaciones muy obvias y poco originales, ya que en grupos de los 60 y 70 los conciertos con buen sonido eran pocos y casi todos ya bastante conocidos, aunque por la razón que fuese conseguían que los suyos sonasen mejor.
Cualquier discoteca que se precie debería tener, al menos, un disco de la "Swingin' Pig" en sus estantes, ya que si en el mundo del disco existe el caviar, este está representado por la marca del cerdo. Ese es su sello de denominación de origen, el sello de la calidad absoluta.
1 comentario:
Completamente de acuerdo contigo... Un sello con una maquetación y una presentación por encima de cualquier duda razonable. Eran verdaderos artesanos. Lástima que un proyecto de estas características, haya durado tan poco y haya llegado a un público minoritario. Por suerte a mí me llegó justo en el momento del cambio del vinilo al sonido digital y pude comprar bastante material en vinilo, del cual NUNCA ME DESPRENDERÉ (pese a la crísis...y pese a los números rojos de mi cuenta corriente). Caben destacar las series numeradas en vinilo multicolor, verdaderas joyas e incunables...Un saludo y a seguir buscando!!!
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