Hablar de Eddie Cochran es hacerlo de uno de los pioneros del rock and roll. En el convergen algunas de la principales premisas de ese género que, en el momento de su aparición, estaba dando sus primeros coletazos, así que como hoy se cumplen los 39 años de su muerte, creo que no está de más echar un vistazo hacia atrás y recordar esos orígenes. A principios de los 50 Bill Haley había dando un paso adelante en la evolución de la música tradicional de la América blanca reforzando la sección rítmica de su banda introduciendo solos de guitarra influidos por el R’n’B, pero no seria hasta 1954 cuando Elvis con la grabación de “That’s all right, mama” da el pistoletazo de salida a un estilo que consiguió por primera vez en Estados Unidos que blancos y negros fueran realmente de la mano. Acababa de iniciarse la revolución del rock
Aunque ahora sorprenda cuando surge el rock and roll la separación entre la música negra (blues) y la blanca (country) es tan grande que ni existían músicos que tocasen un estilo distinto al que racialmente les correspondía, ni el público asistía a espectáculos que no se ajustasen a esos parámetros. Pero la juventud norteamericana de después de la segunda guerra mundial en cierto modo empieza a revelarse contra esos clichés, y si en el cine Marlon Brando y James Dean se convierten en el espejo en el que mirarse, en la música ese reflejo lo buscan en esos ritmos más acelerados que horrorizan a sus padres y que en algunos casos interpretan negros (Chuck Berry, Little Richard o Bo Diddley). Los artistas blancos (Elvis, Jerry Lee Lewis o Haley) no tienen problema en versionar los clásicos del blues y copiar la forma de cantar y vestir de los negros, mientras que estos “blanquean” el contenido y la forma de arreglar sus canciones para tratar de conquistar a un público que a priori se podía antojar imposible y que acabó rendido a sus pies.
Pero cuando esa primera generación aún no había terminado su propia evolución ni perfilado su estilo, ya empezaban a aparecer un nuevo grupo de artistas muy jóvenes cuya principal influencia ya eran precisamente ellos que, sin saber cual era el suyo, les habían marcado el camino por el que debían ir... En esa segunda generación de pioneros que se funde y cofunde con la primera, nos encontramos a Buddy Holly, los Everly Brothers, Richie Valens, Carl Perkins, Johnny Cash y por supuesto Eddie Cochran.
Eddie empieza a tocar en bandas de Hillbilly en 1954, pero hasta que al año siguiente no conoce a Jerry Capehart (famoso compositor y desde entonces compañero inseparable) que le anima a cambiar de estilo y asiste a un concierto de Elvis en Dallas no se decide a girar hacia el rock and roll. Empieza haciendo versiones de Presley, Berry o Ray Charles hasta que en los estudios del sello Crest graba una versión del clásico Skinny Jim que, gracias a que Jerry la mueve por las principales discográficas, le lleva a fichar por Liberty que le editan su primer single en verano de 1957. En los siguientes años, y mientras su popularidad va creciendo poco a poco, continuó grabando singles e incluso participó en varias películas, una de las cuales le salvó la vida ya que como coincidió con su rodaje renuncio a participar en la gira en la que Holly, Valens y Big Bopper murieron al estrellarse la avioneta en la que viajaban. Además participo en interminables giras a lo largo de todo Estados Unidos que le acabaron llevando en
La influencia de Cochran sobre los músicos de rock and roll y del rock posteriores es indiscutible, no solo en el plano de la actitud (tupe, ropa, provocación, vivir al límite...) si no también en lo que se refiere a los arreglos, la estructura de los solos de guitarra, la voz ronca, la preponderancia de la batería, las partes habladas... que unidos generan un sonido marcados por la urgencia y un salvajismo intencionado y buscado. Probablemente él fue, junto a Gene Vicent, el que dotó al rock and roll blanco de una autonomía estilística indiscutible en relación a la influencia negra de los pioneros de los primeros 50 buscando el camino de lo que se llamó rock autentico.
Pero esa generación estaba tocada por la fatalidad, y el no podía escapar a ella. Y mientras Johnny Cash se hunde en el alcoholismo, Jerry Lee Lewis arruina su carrera al casarse con una menor, Holly, Valens y Big Bopper mueren en un accidente, Chuck Berry pisa la cárcel por mezclarse en asuntos turbios, Elvis es acusado de atentar contra el pudor y se libra de una inculpación de daños y lesiones, Little Richard no soporta la presión e ingresa en una orden religiosa o Gene Vincent inicia su camino hacia la auto destrucción, él vive con el presentimiento de que algo le va a ocurrir como a su amigo Buddy...
La mañana del 16 de abril de 1960 el taxi en el que viajaba junto a su novia Sharon Sheeley (destacada compositora de temas de R’n’R) y Gene Vincent camino del aeropuerto para regresar a casa tras una gira por Inglaterra, sufre un reventón y se estrella contra una farola. Sus acompañantes reciben golpes de diversa consideración pero él sale disparado por el parabrisas y acaba tendido en el suelo. En la madrugada del día siguiente, con tan solo 21 años, muere en el hospital “St. Martin's” de Bath a causa de las heridas, curiosamente en esos días un canción suya se encontraba en los puestos más altos de las listas de éxitos, su título “Three steps to heaven”... En su tumba reza el siguiente epitafio:
Aunque ahora sorprenda cuando surge el rock and roll la separación entre la música negra (blues) y la blanca (country) es tan grande que ni existían músicos que tocasen un estilo distinto al que racialmente les correspondía, ni el público asistía a espectáculos que no se ajustasen a esos parámetros. Pero la juventud norteamericana de después de la segunda guerra mundial en cierto modo empieza a revelarse contra esos clichés, y si en el cine Marlon Brando y James Dean se convierten en el espejo en el que mirarse, en la música ese reflejo lo buscan en esos ritmos más acelerados que horrorizan a sus padres y que en algunos casos interpretan negros (Chuck Berry, Little Richard o Bo Diddley). Los artistas blancos (Elvis, Jerry Lee Lewis o Haley) no tienen problema en versionar los clásicos del blues y copiar la forma de cantar y vestir de los negros, mientras que estos “blanquean” el contenido y la forma de arreglar sus canciones para tratar de conquistar a un público que a priori se podía antojar imposible y que acabó rendido a sus pies.
Pero cuando esa primera generación aún no había terminado su propia evolución ni perfilado su estilo, ya empezaban a aparecer un nuevo grupo de artistas muy jóvenes cuya principal influencia ya eran precisamente ellos que, sin saber cual era el suyo, les habían marcado el camino por el que debían ir... En esa segunda generación de pioneros que se funde y cofunde con la primera, nos encontramos a Buddy Holly, los Everly Brothers, Richie Valens, Carl Perkins, Johnny Cash y por supuesto Eddie Cochran.
Eddie empieza a tocar en bandas de Hillbilly en 1954, pero hasta que al año siguiente no conoce a Jerry Capehart (famoso compositor y desde entonces compañero inseparable) que le anima a cambiar de estilo y asiste a un concierto de Elvis en Dallas no se decide a girar hacia el rock and roll. Empieza haciendo versiones de Presley, Berry o Ray Charles hasta que en los estudios del sello Crest graba una versión del clásico Skinny Jim que, gracias a que Jerry la mueve por las principales discográficas, le lleva a fichar por Liberty que le editan su primer single en verano de 1957. En los siguientes años, y mientras su popularidad va creciendo poco a poco, continuó grabando singles e incluso participó en varias películas, una de las cuales le salvó la vida ya que como coincidió con su rodaje renuncio a participar en la gira en la que Holly, Valens y Big Bopper murieron al estrellarse la avioneta en la que viajaban. Además participo en interminables giras a lo largo de todo Estados Unidos que le acabaron llevando en
La influencia de Cochran sobre los músicos de rock and roll y del rock posteriores es indiscutible, no solo en el plano de la actitud (tupe, ropa, provocación, vivir al límite...) si no también en lo que se refiere a los arreglos, la estructura de los solos de guitarra, la voz ronca, la preponderancia de la batería, las partes habladas... que unidos generan un sonido marcados por la urgencia y un salvajismo intencionado y buscado. Probablemente él fue, junto a Gene Vicent, el que dotó al rock and roll blanco de una autonomía estilística indiscutible en relación a la influencia negra de los pioneros de los primeros 50 buscando el camino de lo que se llamó rock autentico.
Pero esa generación estaba tocada por la fatalidad, y el no podía escapar a ella. Y mientras Johnny Cash se hunde en el alcoholismo, Jerry Lee Lewis arruina su carrera al casarse con una menor, Holly, Valens y Big Bopper mueren en un accidente, Chuck Berry pisa la cárcel por mezclarse en asuntos turbios, Elvis es acusado de atentar contra el pudor y se libra de una inculpación de daños y lesiones, Little Richard no soporta la presión e ingresa en una orden religiosa o Gene Vincent inicia su camino hacia la auto destrucción, él vive con el presentimiento de que algo le va a ocurrir como a su amigo Buddy...
La mañana del 16 de abril de 1960 el taxi en el que viajaba junto a su novia Sharon Sheeley (destacada compositora de temas de R’n’R) y Gene Vincent camino del aeropuerto para regresar a casa tras una gira por Inglaterra, sufre un reventón y se estrella contra una farola. Sus acompañantes reciben golpes de diversa consideración pero él sale disparado por el parabrisas y acaba tendido en el suelo. En la madrugada del día siguiente, con tan solo 21 años, muere en el hospital “St. Martin's” de Bath a causa de las heridas, curiosamente en esos días un canción suya se encontraba en los puestos más altos de las listas de éxitos, su título “Three steps to heaven”... En su tumba reza el siguiente epitafio:
En nombre de los que han vivido
más que sus apenas 21 años,
amaron sus mismos sueños,
sintieron suyo ese Rock and Roll,
música por la que él murió,
y sufren aun hoy porque
a él le fue negado todo, Eddie:
tú no has vivido en vano!
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