lunes, 27 de abril de 2009

A vueltas con la campana de mike Oldfield

Sinceramente me da igual, ya que nunca he creído demasiado (por no decir nada) en él, pero lo de Mike Oldfield está empezando a pasar de ser vergonzoso e irritante a patético y lamentable. Que pena Mike, que pena con lo que tu has sido... Es cierto que nunca me gustó, pero crecí, musicalmente hablando, respetándole y no es agradable ver como se arrastra por el fango... En mi casa, aunque había muchos singles y algunos discos de pop y rock, lo que a mis padres les gustaba era la música clásica, y hasta los nueve o diez años es lo que más escuché (aunque antes la música moderna ya me hacia tilín). Mi transición hacia el rock la hice, fundamentalmente, de la mano de Pink Floyd y sus largos desarrollos instrumentales, aunque Oldfield fue de los artistas que me recomendaron escuchar.

No pasó la prueba, pero en la distancia seguía su carrera por que “Ommadawn” me había gustado y, siempre que anunciaba disco nuevo, esperaba que hiciese algo parecido, pero cada vez con más frecuencia con lo que me encontraba con que se estaba empezando a vender al pop más comercial, y el respecto inicial se fue transformando primero en desengaño y mas adelante (a partir de los 90) en desprecio. Y eso que aún tuvo tiempo de darme eso que durante años había esperado... Bajo el nombre de “Amarok” nos regaló una sola pista de música instrumental en la que además escondió a lo largo del tema toda una serie de claves en morse donde hablaba de Virgin y criticaba a Richard Branson, y espontáneos altibajos en el sonido, con la única intención de “incordiar a los ricos que van en su Ferrari”.

Fue bonito mientras duró pero, por desgracia para el, simplemente se trato del canto del cisne de un artista creativamente seco que se resistía a asumir que ya no tenia nada que ofrecer y que lo mejor que podía hacer era irse a su casa y salvaguardar un poco el buen nombre que aún le quedaba. Lo que siguió forma parte de la historia más vergonzante del rock ya que en apenas 11 años publicó 4 versiones alternativas del “Tubular bells” (en mi opinión un álbum muy normalito) que se añadían a las dos que ya existían y a lo que además hay que sumar varias remasterizaciones del disco original.

La noticia, para el que a estas alturas aún no se lo haya imaginado, es que el 9 de junio se pondrá a la venta un nuevo e innovador disco de Mike Oldfield cuyo original título será “Tubular bells 2009”. Por si fuera poco además se anuncia que aparecerá en cinco formatos distintos (LP, CD, 2CD, 2CD + DVD, 3CD + LP + DVD + libro, púas, fotos...) y amenazan con que es la versión definitiva de su presunta obra maestra... Es como si Manolo García se dedicase a hacer el mismo disco año tras año y... ah, que el también lo hace... Bueno, pero el ejemplo se entiende, y si no se dice nada y simplemente se lee la noticia pues se entiende todavía muchísimo mejor.

Es evidente que es su nombre y lo que gane con estos fraudes musicales económicamente le compensará, pero es lamentable que alguien que fue algo en el rock hace más de 35 años arrastre su propia historia de una forma tan cutre y ruin buscando ganar cuatro perras cuando seguro que no lo necesita. Seguro que además espera que nadie se lo descargue y todos sus seguidores pasen por caja cuando se ha limitado a mezclarlo entero otra vez (que no es poco) y añadir alguna cosilla más (además de las típicas maquetas y rarezas). Empecé a escribir con la idea de despellejarle y hacer toda la sangre posible pero, según avanzaba, me iba dando cada vez mas pereza seguir perdiendo el tiempo con él así que creo que lo dejaré aquí. Por esta vez te has salvado Mike, pero la próxima (que visto lo visto seguro que la habrá) no tendrás tanta suerte... Y concluyo parafraseando a Serrat en “Esos locos bajitos” con eso de “Mikel deja de joder con la campana...”

1 comentario:

gotiquillo dijo...

Hay que ver la inquina que le tiene al bueno de MIke, dos artículos en su blog donde ajusta las cuantas del bardo. Y eso que le da pereza, según usted manifiesta. Es como si Mike le hubiera quitado una novia hace quince años en un camping levantino y usted jurara venganza eterna. Que Mike está acabado? Es muy probable. Que desde Amarok han pasado casi 20 años de atonía? Estoy de acuerdo. Pero de ahí al encarnizado combate, por favor. Ojalá el rock hoy en día fuera un campo vírgen de talento, ojalá no existiesen los artistas prefabricados, ojalá hoy alguien se creyera de verdad ese poso de rebeldía juvenil, rabia y ruptura que fue el rock en sus orígenes. Porque el dinero manda aquí y en todos lo campos, amigo mío. Y se lo digo a usted que venera, y eso le honra en su virtuosa fidelidad, a carcas como Young, Dylan o Waits, que sí, quizá posean todavía calidad por arrobas, pero son vestigios de un pasado glorioso y más auténtico que el jolgorio actual. Claro que el Tubular Bells nos mueve a risa, sea el 4 o el 234, pero tampoco es tanta la inmoralidad o el escándalo. Después de Hitler o Pol Pot, un disco recopilatorio, una reedición o como queramos llamarlo es un juego de niños. Si usted es futbolero, reserve sus energías para el derbi del sábado, sin pereza, por favor, y en las próximas vacaciones de verano, pásese por Reading o las Baleares, a ver si hay suerte y se encuentra con Mike y se toman una caña. A lo mejor es colega y todo. Un abrazo Mctell!