Durante años Radio3 fue (y sigue siéndolo) una fuente inagotable de maquetas, conciertos y grabaciones raras para los que adoramos este tipo de material. Ultimamente he estado recuperando muchas de esas cintas y supongo que poco a poco iré comentando aquí algunas de las que, por una u otra razón, más me llamen la atención (la primera fue un concierto en Santander de Radio Futura), y para hoy he elegido el concierto que dieron Los Secretos en el “Pabellón del Real Madrid” (en la antigua “Ciudad Deportiva”) dentro de la programación de las fiestas de San Isidro de 1990.
Si bien habían sido un grupo con un publico bastante fiel, lo cierto es que hasta que publicaron “La calle del olvido” a finales de 1989 no consiguieron un éxito real de ventas y repercusión dentro los medios de comunicación. El camino hasta llegar aquí, como sabe más o menos todo el mundo) no había sido y, a la pérdida de sus dos primeros baterías, las adicciones a las drogas y las pocas ventas, había que añadirle en ese momento el abandono de Steve Jordan (batería) y Nacho Lles (bajo) durante las sesiones de grabación debido a lo difícil que resultaba trabajar con Enrique Urquijo.
Cuando en 1983 el fracaso de “Algo más” los metió en el saco de “viejas glorias de la movida” (que por otro lado empezaba a dar sus últimos coletazos) y sus problemas con la heroína y entre ellos mismos llevaron a una separación momentánea de la banda, nadie habría dado un duro por su continuidad de la banda... Enrique y Alvaro ingresaron en una clínica de desintoxicación, Javier Urquijo se marcho a la mili y un mes después Pedro Díaz (batería y autor junto a Enrique de casi todos los temas) murió en un accidente… Pero contra todo pronóstico un Enrique recuperado y totalmente inspirado toma el control de la nave y, tras reestructurar el grupo incorporando a Ramón Arroyo (guitarra) y los ya mencionados Nacho y Steve, da un giro estilístico de 180 grados y se pasa al country.
Tanto “El primer cruce” (Mini LP - 1986) y “Continuará” (LP - 1987) son fiel reflejo de los gustos musicales de Enrique en los que destacaban las rancheras y la música fronteriza, y si años antes le había resultado imposibles imponerlos por la presencia de Javier y Pedro, ahora bajo su batuta y con la gran colección de canciones que tenia entre las manos el cambio era inevitable. Y lo curioso es que funcionó. La crítica recibió muy bien el Mini Lp y atacó la producción del Lp (que no las canciones ya que muchos lo consideraron su mejor trabajo), y el milagro de la improbable resurrección se produjo con un doble en directo con invitados (Sabina, Granados y Teixidor)y la inclusión de Jesús Redondo que, a pesar de tener un sonido realmente malo, sonó mucho en la radio y los colocó nuevamente en el terreno de juego.
Esa posición de cierto reconocimiento la deberían confirmar en su siguiente disco y, si bien lo consiguieron, el parto fue realmente complicado. Al abandono del batería y el bajista durante la grabación hay que añadir que Enrique volvía a encontrarse mal, por lo que apenas tenia tres canciones escritas cuando entraron en el estudio. Entonces Alvaro fue el que dio un golpe de timón y, además de ponerle música a un par de letras de su hermano, aportó varias canciones, por lo que al final la autoria de los temas se los repartían los hermanos casi al cincuenta por ciento con el consiguiente cabreo de Enrique (con el mismo por no haber sido capaz de hacerlo el solo). Logró en su momento (ahora seran más) vender 100000 copias, casi lo mismo de lo que habían conseguido con todos los anteriores.
Para la gira incorporaron a Paco Beneyto a la batería y a Iñaki Conejero al bajo, y cuando llegaron a su cita con Madrid venían lo suficientemente rodados para no defraudar en casa. Los singles del disco habían arrasado (“Que solo estas” y “La calle del olvido”) y la gran expectación se vio cumplida con creces. Obviando casi por completo los discos “Todo sigue igual” y “Algo más”, aquella noche repasaron lo que habían sido esos primeros diez años de vida de la banda, pero sobre todo lograron recuperar el respeto del público mayoritario y que aquellos que durante años les habían tachado de babosos y blandengues agachasen la cabeza y aceptasen por fin que ahí había una gran banda de rock.
Título del bootleg: Madrid, 15 – Mayo – 1990
Lugar y fecha: “Pabellón de Real Madrid”, Madrid, 15 – Mayo – 1990
Listado de canciones:
01 – No me falles
02 – Buena chica
03 – No seré yo
04 – Me siento mejor
05 – No vuelvas nunca más
06 – Todo ha sido un juego
07 – Nada más
08 – Cerrar los bares
09 – Sobre un vidrio mojado
10 – No digas que no
11 – Por el túnel
12 – No supe que decir
13 – Que solo estás
14 – La calle del olvido
15 – Soy como dos
16 – El primer cruce
17 – Culpable
18 – Nacional - VI
19 – Ojos de perdida
20 – No me imagino (instrumental)
21 – Quiero beber hasta perder el control
22 – Déjame
23 – Hoy no quiero discutir
24 – Volver a ser un niño
Si bien habían sido un grupo con un publico bastante fiel, lo cierto es que hasta que publicaron “La calle del olvido” a finales de 1989 no consiguieron un éxito real de ventas y repercusión dentro los medios de comunicación. El camino hasta llegar aquí, como sabe más o menos todo el mundo) no había sido y, a la pérdida de sus dos primeros baterías, las adicciones a las drogas y las pocas ventas, había que añadirle en ese momento el abandono de Steve Jordan (batería) y Nacho Lles (bajo) durante las sesiones de grabación debido a lo difícil que resultaba trabajar con Enrique Urquijo.
Cuando en 1983 el fracaso de “Algo más” los metió en el saco de “viejas glorias de la movida” (que por otro lado empezaba a dar sus últimos coletazos) y sus problemas con la heroína y entre ellos mismos llevaron a una separación momentánea de la banda, nadie habría dado un duro por su continuidad de la banda... Enrique y Alvaro ingresaron en una clínica de desintoxicación, Javier Urquijo se marcho a la mili y un mes después Pedro Díaz (batería y autor junto a Enrique de casi todos los temas) murió en un accidente… Pero contra todo pronóstico un Enrique recuperado y totalmente inspirado toma el control de la nave y, tras reestructurar el grupo incorporando a Ramón Arroyo (guitarra) y los ya mencionados Nacho y Steve, da un giro estilístico de 180 grados y se pasa al country.
Tanto “El primer cruce” (Mini LP - 1986) y “Continuará” (LP - 1987) son fiel reflejo de los gustos musicales de Enrique en los que destacaban las rancheras y la música fronteriza, y si años antes le había resultado imposibles imponerlos por la presencia de Javier y Pedro, ahora bajo su batuta y con la gran colección de canciones que tenia entre las manos el cambio era inevitable. Y lo curioso es que funcionó. La crítica recibió muy bien el Mini Lp y atacó la producción del Lp (que no las canciones ya que muchos lo consideraron su mejor trabajo), y el milagro de la improbable resurrección se produjo con un doble en directo con invitados (Sabina, Granados y Teixidor)y la inclusión de Jesús Redondo que, a pesar de tener un sonido realmente malo, sonó mucho en la radio y los colocó nuevamente en el terreno de juego.
Esa posición de cierto reconocimiento la deberían confirmar en su siguiente disco y, si bien lo consiguieron, el parto fue realmente complicado. Al abandono del batería y el bajista durante la grabación hay que añadir que Enrique volvía a encontrarse mal, por lo que apenas tenia tres canciones escritas cuando entraron en el estudio. Entonces Alvaro fue el que dio un golpe de timón y, además de ponerle música a un par de letras de su hermano, aportó varias canciones, por lo que al final la autoria de los temas se los repartían los hermanos casi al cincuenta por ciento con el consiguiente cabreo de Enrique (con el mismo por no haber sido capaz de hacerlo el solo). Logró en su momento (ahora seran más) vender 100000 copias, casi lo mismo de lo que habían conseguido con todos los anteriores.
Para la gira incorporaron a Paco Beneyto a la batería y a Iñaki Conejero al bajo, y cuando llegaron a su cita con Madrid venían lo suficientemente rodados para no defraudar en casa. Los singles del disco habían arrasado (“Que solo estas” y “La calle del olvido”) y la gran expectación se vio cumplida con creces. Obviando casi por completo los discos “Todo sigue igual” y “Algo más”, aquella noche repasaron lo que habían sido esos primeros diez años de vida de la banda, pero sobre todo lograron recuperar el respeto del público mayoritario y que aquellos que durante años les habían tachado de babosos y blandengues agachasen la cabeza y aceptasen por fin que ahí había una gran banda de rock.
Título del bootleg: Madrid, 15 – Mayo – 1990
Lugar y fecha: “Pabellón de Real Madrid”, Madrid, 15 – Mayo – 1990
Listado de canciones:
01 – No me falles
02 – Buena chica
03 – No seré yo
04 – Me siento mejor
05 – No vuelvas nunca más
06 – Todo ha sido un juego
07 – Nada más
08 – Cerrar los bares
09 – Sobre un vidrio mojado
10 – No digas que no
11 – Por el túnel
12 – No supe que decir
13 – Que solo estás
14 – La calle del olvido
15 – Soy como dos
16 – El primer cruce
17 – Culpable
18 – Nacional - VI
19 – Ojos de perdida
20 – No me imagino (instrumental)
21 – Quiero beber hasta perder el control
22 – Déjame
23 – Hoy no quiero discutir
24 – Volver a ser un niño
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