sábado, 18 de abril de 2009

La niña rockera – VII

El gran acontecimiento para la niña rockera en el último mes, sin duda, ha sido la semana santa. Los tambores y las trompetas han animado la ciudad durante 10 días y ella no ha sido ajena a ello hasta el punto que esta misma mañana aún se paseaba por el pasillo con un embudo en la boca imitando las melodías que se escuchaban en las procesiones. Pero hablar de eso seria demasiado obvio ya que, aunque no les guste la música, no conozco un solo niño al que una procesión de la austera castilla le deje indiferente (a lo mejor una andaluza también, pero son de otra forma). Lo que quiero contar sucedió el domingo de ramos y me dejó impresionado, sobre todo, por ver como funciona en cerebro de una cría de poco más de tres años

Volvíamos hacia casa después de ver la procesión y tomar el aperitivo, y mientras atravesábamos una plaza empezó a llamarme mientras señalaba el cielo "papa, papa, mira". Al levantar los ojos vi como un globo, que se la había escapado a un niño sentado en una sillita y que lo seguía con la mirada, empezaba a elevarse. Yo la conteste algo así como que al niño se le ha escapado el globo sin darle mayor importancia, pero entonces ella me soltó la mano y, con el tono de quien cuenta algo cuya respuesta es muy fácil y le sorprende que el otro no la sepa, me dijo: "papito, que es como en Ping Floys, ¿no lo ves?..." Y lo vi... Lo que empezaba a perderse por encima de los tejados no era un simple globo, era la figura de un cerdo volando.

Mi niña rockera estaba viendo y viviendo a su manera la portada del "Animals" de Pink Floyd, y desde el primer momento eso es lo que a ella la vino a la cabeza al ver como el globo se le escapaba de las manos ya que al fin y al cabo eso es lo que la llama la atención cuando tiene la carpeta del disco entre sus manos. Un par de días después hice una entrada contando un poco por encima la historia de esa portada, y al verme escaneando la foto del cerdo entre las chimeneas de la "Battersea Power Station" de Londres como quien comenta que hace buen tiempo me soltó: "eso lo vimos nosotros, ¿te acuerdas?"

Pero a estas alturas la verdad es que casi cada día podría contar alguna anécdota sobre ella en relación con este tema de la música. Hoy, por ejemplo, hemos hecho nuestra visita semanal (que por desgracia últimamente no es tan semanal) a "Charly blues", y mientras yo me dirigía a las novedades ella se ha quedado a la entrada mirando las chapitas y decidiendo cual se iba a llevar. Entonces Charly se la ha acercado y, como estaba moviendo el culo, la ha preguntado si la gustaba lo que estaba sonado. Ella muy seria de ha vuelto y le ha respondido, antes de seguir con lo suyo (al final ha elegido una le The Misfits), "no, a mi me gusta Neil Young". Y mientras escuchaba como otro cliente comentaba algo así como “joder con la niña, ella si que sabe”, he sonreído y más ancho que largo he seguido mirando discos.

1 comentario:

gotiquillo dijo...

La foto de la niña roquera parece la de un secuestro en el año de publicación de Animals (en lugar del periódico del día, colocan el lp que está en todos los escaparates musicales, dando pistas a la policía sobre la condición de fanáticos del vinilo que presentan a buen seguro los secuestradores. Una secta, por cierto, muy extendida hoy en día, verdad Sr. Mc Tell?) No se ilusione tanto, si el autor de este blog sintiera pasión por la copla o la canción española, la niña habría dicho que sus cantantes favoritos son Pepe Pinto, Miguel de Molina o Perlita de Huelva. Cosas que tiene el mimetismo infantil