Hasta 2003 que fue acusado del asesinato de la actriz de serie B Lana Clarkson, Phil Spector era uno de los personajes más populares dentro del mundillo musical. Era un productor que casi todo lo que tocaba lo convertía en número uno, pero además eran conocidas sus excentricidades y sus reacciones violentas, por lo que a nadie le extrañó lo que sucedió el 3 de febrero de 2003 en su mansión de Los Angeles.
Sus sesiones de grabación tenían fama de ser estresantes ya que no sólo controlaba todo el proceso (compone las canciones, reúne a los músicos, las grababa en sesiones maratonianas y las editaba en su sello) si no por que solía perder las formas con mucha frecuencia y raro fue el artista que trabajó con el que no tiene alguna anécdota que contar. Las más violentas las sufrieron Los Ramones (puso la pistola en el pecho de Dee Dee por que tras horas de sesión quería irse a descansar y les obligó estar hasta las cuatro de la mañana), Leonard Cohen (esta vez se la puso en el cuello mientras le decía que le quería), John Lennon (descargó todo el cargador en el techo del estudio mientras grababa “Rock and roll”), Stevie Wonder (al que se la sacó en una discusión ¿?) y Veronica Bennett (luego Ronnie Spector), cantante de The Ronettes, que acabó abandonándole tras sus constantes humillaciones, amenazas y maltratos.
Pero si por algo se hizo popular y pasará a la historia es por la creación del famoso “muro de sonido”, una técnica de orquestación consistente en grabar múltiples pistas de acompañamiento, superponiéndolas hasta crear un sonido compacto y algo apabullante. Personalmente creo que todo eso es basura, y estoy de acuerdo con el cabreo que durante años tuvo Paul McCarney con él por el atentado musical que cometió con las mezclas y producción del “Let it be”. Su forma de trabajar desde que empezó en 1958 (con el single “To know him is to love him” de su grupo The Teddy Bears y del que vendió un millón de copias) consistía en editar un único single cada cierto tiempo y volcar en el todos los esfuerzos.
Trabajaba machaconamente cada acorde llegando a dedicarle días de trabajo a uno si no le convencía el resultado, pero además como era el compositor y el que lo editaba, también elegía el artista que interpretaría la canción, por lo que se fue acostumbrando a que nadie le replicara. Al final su carácter megalómano, autoritario y violento, se acabó de forjar gracias a los números unos que empezó a conseguir y su afición por las drogas y el alcohol que le hacían perder completamente la cabeza y enfrentarse con cualquiera que se pusiese delante suyo.
En su haber hay que poner, sobre todo, que es el único que puede presumir de haber producido a Elvis, Beatles y Rolling Stones, pero también que tiene alguna anécdota curiosa que da muestra de su tremendo ego. Para la ocasión he seleccionado una que tiene que ver con Bruce Springsteen en el momento que empezaba a despegar con la publicación de “Born to run”. Como tenia curiosidad por conocer a Spector una tarde se acercó al estudio donde trabajaba y durante varias horas tuvo que esperar sentado a su lado sin que este le dirigiera la palabra. Por fin cuando termino se giró a él y lo único que le dijo fue que “si querías mi sonido tenias que habérmelo encargado a mi”, antes de darse la vuelta e irse.
El pasado 13 de abril el jurado le declaró culpable de asesinato en segundo grado que le pueden suponer no menos de 18 años de cárcel. Por las opiniones y cosas que he podido leer se puede decir que no es una buena y que se veía venir que tarde o temprano iba a provocar una desgracia. La producción de dos temas del “Silence is easy” (y que era lo primero que hacia en veinte años) de Starsailor fue su última aportación al mundo de la música, lo que le demostró que su momento había pasado ya que los jóvenes británicos no tuvieron reparos en echarle por “diferencias irreconciliables” y contratar a otro para que acabase el disco. A sus 69 años es muy probable que unos muros (esta vez de piedra y no de sonido) sean su última morada.
Sus sesiones de grabación tenían fama de ser estresantes ya que no sólo controlaba todo el proceso (compone las canciones, reúne a los músicos, las grababa en sesiones maratonianas y las editaba en su sello) si no por que solía perder las formas con mucha frecuencia y raro fue el artista que trabajó con el que no tiene alguna anécdota que contar. Las más violentas las sufrieron Los Ramones (puso la pistola en el pecho de Dee Dee por que tras horas de sesión quería irse a descansar y les obligó estar hasta las cuatro de la mañana), Leonard Cohen (esta vez se la puso en el cuello mientras le decía que le quería), John Lennon (descargó todo el cargador en el techo del estudio mientras grababa “Rock and roll”), Stevie Wonder (al que se la sacó en una discusión ¿?) y Veronica Bennett (luego Ronnie Spector), cantante de The Ronettes, que acabó abandonándole tras sus constantes humillaciones, amenazas y maltratos.
Pero si por algo se hizo popular y pasará a la historia es por la creación del famoso “muro de sonido”, una técnica de orquestación consistente en grabar múltiples pistas de acompañamiento, superponiéndolas hasta crear un sonido compacto y algo apabullante. Personalmente creo que todo eso es basura, y estoy de acuerdo con el cabreo que durante años tuvo Paul McCarney con él por el atentado musical que cometió con las mezclas y producción del “Let it be”. Su forma de trabajar desde que empezó en 1958 (con el single “To know him is to love him” de su grupo The Teddy Bears y del que vendió un millón de copias) consistía en editar un único single cada cierto tiempo y volcar en el todos los esfuerzos.
Trabajaba machaconamente cada acorde llegando a dedicarle días de trabajo a uno si no le convencía el resultado, pero además como era el compositor y el que lo editaba, también elegía el artista que interpretaría la canción, por lo que se fue acostumbrando a que nadie le replicara. Al final su carácter megalómano, autoritario y violento, se acabó de forjar gracias a los números unos que empezó a conseguir y su afición por las drogas y el alcohol que le hacían perder completamente la cabeza y enfrentarse con cualquiera que se pusiese delante suyo.
En su haber hay que poner, sobre todo, que es el único que puede presumir de haber producido a Elvis, Beatles y Rolling Stones, pero también que tiene alguna anécdota curiosa que da muestra de su tremendo ego. Para la ocasión he seleccionado una que tiene que ver con Bruce Springsteen en el momento que empezaba a despegar con la publicación de “Born to run”. Como tenia curiosidad por conocer a Spector una tarde se acercó al estudio donde trabajaba y durante varias horas tuvo que esperar sentado a su lado sin que este le dirigiera la palabra. Por fin cuando termino se giró a él y lo único que le dijo fue que “si querías mi sonido tenias que habérmelo encargado a mi”, antes de darse la vuelta e irse.
El pasado 13 de abril el jurado le declaró culpable de asesinato en segundo grado que le pueden suponer no menos de 18 años de cárcel. Por las opiniones y cosas que he podido leer se puede decir que no es una buena y que se veía venir que tarde o temprano iba a provocar una desgracia. La producción de dos temas del “Silence is easy” (y que era lo primero que hacia en veinte años) de Starsailor fue su última aportación al mundo de la música, lo que le demostró que su momento había pasado ya que los jóvenes británicos no tuvieron reparos en echarle por “diferencias irreconciliables” y contratar a otro para que acabase el disco. A sus 69 años es muy probable que unos muros (esta vez de piedra y no de sonido) sean su última morada.
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