miércoles, 9 de septiembre de 2009

Miserias beatlelianas

Siempre me han gustado los Beatles y hasta donde alcanza mi memoria han formado parte de la banda sonora de mi vida. Supongo que más o menos todo el mundo podría decir lo mismo, ya que raro es el día en el que en la tele o en la radio no suena alguna de sus composiciones, aunque por fortuna para mi yo pude fomentar de manera activa esta afición durante años gracias a los singles y ep´s que mis padres tenían en casa. Recuerdo pasar las horas muertas pinchando esos discos pequeños de 2 ó 4 canciones, empezando por el más antiguo que tenia como primer tema de la cara-A el “Twist and shout” y acabando con “You know my name (look up the number)” que iba en la cara-B de “Let it be”, y poco a poco ir descubriendo la grandeza de esos chavales de Liverpool que cuando yo nací acababan de anunciar su separacion definitiva.

Más adelante, cuando empecé a tener pasta, uno de los primeros discos que compré fue el doble azul que recopilaba lo grabado desde 1967 hasta su disolución, y desde ahí, poco a poco, he ido completando su discografía incluyendo un buen número de piratas (algunos con vinilos de colores) y todas las novedades que han ido editando a lo largo de estos años (los tres triples vinilos del “Antology”, el doble con la selección de su participación en los programas de la BBC, el “Let it be… naked” con un single exclusivo…) con material que permanecía inédito y que no eran precisamente baratos.

No soy, pues, dudoso ni en mi admiración por ellos como artistas ni como consumidor compulsivo de todo lo que se les ha ocurrido publicar desde que se separaron, pero creo que esta vez se han pasado un pelo con el asunto este de las remasterizaciones. Si hay un grupo cuyos discos nunca han bajado de precio ni pasado a la serie media estos son los Beatles, y ahora resulta que tras casi 40 años editan estas nuevas grabaciones y nos dicen que para escucharlos como dios manda tenemos que hacernos con esas ediciones. ¿Qué pasa entonces, que hasta ahora nos habían estado vendiendo a precio de oro un producto que sabían que no tenia la calidad de sonido optima?

La respuesta es si, pero es que además en muchos casos la edición en CD era auténticamente chapucera, sin libreto, con la portada medio borrosa y un sonido mal tomado directamente del analógico… Eso si, los chicos de EMI (a través de Apple) te pretendían cobrar unos 20 euros y te llamaban ladrón si te lo descargabas por internet. No es mi caso ya que, por desgracia, rindo culto al vinilo y me ha tocado exprimirme el bolsillo en muchas ocasiones, pero claro, entiendo que en el momento que ese producto (por el que te pretenden tangar) se puede conseguir gratis apretando un botón es difícil imaginar que alguien vaya a pagar por el.

Esta no es la forma de lograr que los jóvenes se aficionen a la música y valoren un soporte físico (¿que chaval, o no tan chaval, puede pagar los 30 euros que vale el “Sarget Pepper´s…” en vinilo? ¿existe alguna diferencia respecto a otros discos con igual gramaje y que valen 10 euros menos?) , y como me temo que ya es tarde para eso y la batalla con el mp3 la tienen perdida (oficialmente no se puede descargar su música en internet por que no han llegado a un acuerdo para su distribución), con 25 años de retraso empiezan a hacer las cosas como es debido.

Todas esas miserias se hacen ahora más evidentes cuando ves lo bonitas que quedan las ediciones facsímiles de todos sus discos (con la reproducción exacta de las portadas originales que aparecieron en el Reino Unido y con un sonido digno que, en general, hasta ahora no tenían) y te preguntas por que hasta ahora nadie se había tomado la molestia de hacerlo así. La respuesta es que hasta ahora con la basura que ofrecían era suficiente para que la gente se gastase el dinero, y una de las reglas de un negocio es que si algo va bien es mejor no tocarlo. Ahora se puede elegir entre la versión mono y la estereo (como ocurría en la época que casi todos los discos de casi todos los artistas podían comprarse en ese doble formato), pero también entre comprarlo todos juntos en una caja con un DVD y regalos varios o cada uno de forma individual.

De verdad que lo siento, pero, si bien la idea me parece buena por que nunca está de mas dignificar su sonido, el hacerlo ahora (y no en su momento) me parece un acto miserable por parte de la discográfica como brazo ejecutor y de los artistas que callaban aceptando tácitamente algo que sabían que era absolutamente inmoral como vender discos en esas condiciones. Si he de ser sincero he escuchado un par de esas canciones remasterizadas e inmediatamente después el vinilo y yo (y esto es una valoración absolutamente personal) no he notado la diferencia entre ambos, aunque también he decir que lo de la alta fidelidad me parece un poco fraude y engaña bobos, y con tal de que cada cosa suene bien y en su sitio me conformo y soy feliz.

Beatles si, explotación salvaje, innecesaria e indiscriminada de su catalogo no.

Hoy también se publica un videojuego que les tiene de protagonistas por lo que una vez más nos encontramos ante la gran fiesta del consumismo salvaje y del sustituye lo viejo por lo nuevo si es que quieres ser alguien dentro de esta sociedad…

Chicos, sin duda fuisteis, sois y seréis los más grandes y os quiero… Pero en días como hoy y con todas mis fuerzas también os detesto…

No hay comentarios: