Lo cierto es que Lennon no tiene razones para quejarse ya que en su affaire con el Vaticano solo ha necesitado 42 años para que estos decidan echar pelillos a la mar. Galileo por defender el heliocentrismo fue condenado por la inquisición en 1633 y hasta 1992 Juan Pablo II no lo rehabilitó y criticó los errores de los teólogos de la época que dieron lugar a la condena (eso si, no descalificó al tribunal que lo sentencio). Si a esto le sumamos que Ratzinger en 1990 dijo que “en la época de Galileo la Iglesia fue mucho más fiel a la razón que el propio Galileo, el proceso fue razonable y justo”, pues eso, que encima tiene que estar agradecido .
En de 1966 aparecía en el “Evening Standard” de Londres un artículo firmado por Maureen Cleane en el que John Lennon decía lo siguiente: “El cristianismo pasará. Se ira encogiendo y desaparecerá. No voy a discutirlo, tengo razón y el tiempo lo demostrara. Somos más populares que Jesucristo, y no sé qué desaparecerá antes, si el rock o el cristianismo. Jesucristo lo hizo muy bien, pero sus discípulos eran unos palurdos. Ellos lo deformaron todo, y para mí eso es lo que lo ha echado a perder”. En un principio la repercusión fue relativa, aunque ese mismo mes George Harrison, ante preguntas de un periodista, tuvo que salir en defensa de su compañero: ¿Por qué no podemos hablar del asunto?¿A que viene todo eso de la blasfemia? Si el cristianismo es tan bueno como dicen no deberían tener tanto miedo a que lo analicen.
Pero lo peor estaba por llegar. Justo antes de empezar la gira americana de agosto la revista para adolescentes “Datebook” publico la famosa frase sin el resto del comentario, y fue entonces cuando todo explotó. La prensa de Estados Unidos se preguntaba que “¿quién se creen que son comparándose con el Señor?”, y dado el revuelo que se preparó, Brian Epstein (manager del grupo) se vio obligado a sacar un comunicado en el que trataba de explicar y justificar unas declaraciones que, insistía, se había sacado de contexto.
Las tres semanas de conciertos fueron horribles con manifestaciones frente a sus hoteles y los recintos donde actuaban, gente insultándolos y quemando sus discos y declaraciones constantes de los medios en su contra. Lennon dio una conferencia de prensa en Chicago el 11 de agosto y explicó todo lo que había rodeado esa larga entrevista y lamentó que se hubiese exagerado tanto un comentario que, era más una comparación de marketing y popularidad, que una declaración antirreligiosa. Todo esto, unido al aburrimiento de tocar siempre lo mismo y a un conflicto que tuvieron en Filipinas con la familia Marcos, que les echo a la gente encima y les hizo la vida imposible durante su visita, acabo haciendo que abandonasen las giras y se dedicasen en exclusiva a su trabajo en estudio.
El sábado pasado el semioficial diario del Vaticano “L'Osservatore Romano” hizo público el perdón del cantante aprovechando un artículo que conmemoraba el 40 aniversario del “Album blanco”."La declaración de John Lennon, que provocó una profunda indignación principalmente en Estados Unidos, después de muchos años suena tan sólo como una fanfarronada de un joven de clase trabajadora de Inglaterra que tuvo que afrontar un éxito inesperado después de crecer en la leyenda de Elvis y del rock and roll". Dicho esto continúan reconociendo su importancia "al talento de Lennon y de los otros Beatles se deben algunas de las mejores páginas de la música moderna ya este residía en una capacidad sin igual de componer canciones populares con ligereza eufórica, un verdadero sello de fábrica. Actualmente los productos discográficos resultan estereotipados y muy lejanos de la creatividad de los Beatles".
En de 1966 aparecía en el “Evening Standard” de Londres un artículo firmado por Maureen Cleane en el que John Lennon decía lo siguiente: “El cristianismo pasará. Se ira encogiendo y desaparecerá. No voy a discutirlo, tengo razón y el tiempo lo demostrara. Somos más populares que Jesucristo, y no sé qué desaparecerá antes, si el rock o el cristianismo. Jesucristo lo hizo muy bien, pero sus discípulos eran unos palurdos. Ellos lo deformaron todo, y para mí eso es lo que lo ha echado a perder”. En un principio la repercusión fue relativa, aunque ese mismo mes George Harrison, ante preguntas de un periodista, tuvo que salir en defensa de su compañero: ¿Por qué no podemos hablar del asunto?¿A que viene todo eso de la blasfemia? Si el cristianismo es tan bueno como dicen no deberían tener tanto miedo a que lo analicen.
Pero lo peor estaba por llegar. Justo antes de empezar la gira americana de agosto la revista para adolescentes “Datebook” publico la famosa frase sin el resto del comentario, y fue entonces cuando todo explotó. La prensa de Estados Unidos se preguntaba que “¿quién se creen que son comparándose con el Señor?”, y dado el revuelo que se preparó, Brian Epstein (manager del grupo) se vio obligado a sacar un comunicado en el que trataba de explicar y justificar unas declaraciones que, insistía, se había sacado de contexto.
Las tres semanas de conciertos fueron horribles con manifestaciones frente a sus hoteles y los recintos donde actuaban, gente insultándolos y quemando sus discos y declaraciones constantes de los medios en su contra. Lennon dio una conferencia de prensa en Chicago el 11 de agosto y explicó todo lo que había rodeado esa larga entrevista y lamentó que se hubiese exagerado tanto un comentario que, era más una comparación de marketing y popularidad, que una declaración antirreligiosa. Todo esto, unido al aburrimiento de tocar siempre lo mismo y a un conflicto que tuvieron en Filipinas con la familia Marcos, que les echo a la gente encima y les hizo la vida imposible durante su visita, acabo haciendo que abandonasen las giras y se dedicasen en exclusiva a su trabajo en estudio.
El sábado pasado el semioficial diario del Vaticano “L'Osservatore Romano” hizo público el perdón del cantante aprovechando un artículo que conmemoraba el 40 aniversario del “Album blanco”."La declaración de John Lennon, que provocó una profunda indignación principalmente en Estados Unidos, después de muchos años suena tan sólo como una fanfarronada de un joven de clase trabajadora de Inglaterra que tuvo que afrontar un éxito inesperado después de crecer en la leyenda de Elvis y del rock and roll". Dicho esto continúan reconociendo su importancia "al talento de Lennon y de los otros Beatles se deben algunas de las mejores páginas de la música moderna ya este residía en una capacidad sin igual de componer canciones populares con ligereza eufórica, un verdadero sello de fábrica. Actualmente los productos discográficos resultan estereotipados y muy lejanos de la creatividad de los Beatles".
Y llegados a este punto que puedo decir yo. Pues que ellos, que reclaman el olvido de lo que ocurrió durante 40 años en España, está bien que hagan lo propio, y más cuando se tratan de asuntos tan absurdos como este. No deja de sorprenderme esa dureza cuando la iglesia se caracteriza por comportamientos tan dudosos como el apoyo a exterminios masivos en Sudamérica, hacer la vista gorda ante el nazismo o el fascismo y la defensa de curas abusadores de menores. Probablemente sea eso lo que ha llevado a una inmensa mayoría de la humanidad a preferir quedarse en casa oyendo un disco de los Beatles o asistir a un concierto antes que hacerlo a alguna de sus celebraciones. Y Lennon, al final, tendría razón y ellos se tienen que conformar con hacer gala de su inmensa generosidad.
1 comentario:
Buenas. Quiero preguntarle por el grupo Krakovia y su cantamte, la estelar Vinilla Von Bismarck. Serían dignos protagonistas de uno de sus artículos blogeros? Hay verdadera música en sus venas ? Recomienda alguna canción para sus listas de principios de mes?Vinilla es algo más que un juguete provocativo adornado de canciones? Por favor, responda, ando intrigado con este grupo tan distinto...
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